martes, septiembre 19, 2006

Reflexiones liberales sobre México y Gibraltar


Un par de cuestiones sobre política internacional de muy diferente importancia asaltan los medios estos días. A continuación expondré lo que un liberal, servidor, opina al respecto.

Por un lado se encuentra México, un país en plena crisis interna. Supongo que todos estaréis al tanto de lo ocurrido en el país azteca, no obstante lo resumiré para seguidamente valorarlo. El día 2 de julio se celebraron elecciones presidenciales en México. Los primeros resultados arrojaron un ajustado ganador, pero ganador al fin y al cabo, el conservador Felipe Calderón (36,38 %) frente al socialista López Obrador (35,34 %). Éste, que se las prometía felices, se mostró un tanto contrariado por el resultado de las elecciones y haciendo uso de su legítimo derecho a discrepar pidió que se recontaran aquellas urnas sobre las que a su juicio se cernía la sombra de la manipulación. Hasta aquí todo más o menos normal, unas elecciones, un ganador, un perdedor, un perdedor que pide un recuento, perfecto. El problema viene cuando el recuento se produce, da los mismos resultados y el perdedor sigue sin aceptarlos. Es en este momento cuando el perdedor se convierte en mal perdedor. A mí, de pequeño me enseñaron que tan importante es saber ganar como saber perder, aunque por lo que parece a López Obrador no se lo enseñaron, una verdadera lástima para él y para su país.
A raíz de esta negativa a aceptar lo que depararon las urnas se ha planteado en México un gravísimo problema de legitimidad democrática y de la propia democracia en sí. A día de hoy existen en México tres gobiernos. Lo explico. En primer lugar está el gobierno en funciones de Fox, a un lado el salido de las urnas de Calderón y a otro el rebelde de López Obrador. Con Fox no habrá problemas, llegado el momento se marchará, supongo. Pero qué ocurrirá con los dos restantes dispuestos ambos a formar un gobierno al uso. La respuesta más obvia es nada bueno. Cierto, nada bueno, pero los liberales podemos y debemos decir algo más al respecto.
La democracia tiene muchos defensores, es más, diría que hoy en día todo el mundo es demócrata (aunque no se sepa muy bien que quiere decir) salvo unos cuantos que nos atrevemos a ir a contra corriente del pensamiento único y negar que ese modelo de elección de representantes sea ni mucho menos lo mejor concebible por el hombre, faltaba más. Algunos opinamos que es en sistema por el cual la mayoría está legitimada para someter a la minoría, o como la fábula decía, la democracia es dos lobos y un carnero decidiendo qué se va a comer hoy. No puedo por más que estar de acuerdo con ello. Como liberal entiendo que el individuo y sus derechos son inviolables y nada ni nadie tiene legitimidad para violarlos. Si un individuo decide no aceptar el expolio impositivo del estado tiene derecho a defender lo suyo ya se encuentre en una dictadura o en una democracia. Pues bien, esa defensa de los derechos individuales bien puede aplicarse a toda democracia, o lo que es lo mismo, podemos ver qué ocurre al aplicarla al caso mexicano.
Calderón alega en su favor que él es el vencedor legítimo de las elecciones. Traduciré esto al lenguaje liberal. Lo que Calderón pide es poder someter a la minoría perdedora. Esto es abiertamente antiliberal. Nadie tiene derecho a tal cosa, repito, nadie, y Felipe Calderón tampoco. Por su parte López Obrador clama por toda esa masa de votantes suyos que quieren que él sea el nuevo Presidente. Muy bien Sr. López Obrador, puede ser el Presidente se esa gente que así lo desea, pero no se le ocurra reclamar ese derecho sobre los que no lo quieren, en tal caso se posicionaría de la misma forma que Calderón a quien tanto critica.
En definitiva, lo que tenemos aquí es un claro ejemplo de que la democracia es un sistema abiertamente injusto e incapaz de resolver problemas de legitimidad (entendida en un sentido liberal) ante los discrepantes. Por lo tanto, opino que lo más liberal sería que los seguidores de López Obrador se secesionaran y formaran una unidad política independiente de la liderada por Calderón.

El otro asunto era el de Gibraltar. Desde que España perdiera la soberanía sobre el peñón en la Tratado de Utrecht de 1713 ha sido objeto de deseo de generaciones de españoles recuperar lo que creían suyo. Ayer se reunieron en Córdoba los responsables de Exteriores de España y Reino Unido junto al Ministro del peñón Peter Caruhana. El tema, una vez más, era abordar la cuestión sobre la soberanía del peñón, qué hacer con los gibraltareños y los monos. Ni españoles ni británicos pretenden desprenderse por completo de la roca, y los gibraltareños en medio a verlas venir pero teniendo muy claro lo que quieren, y eso es muy importante. Tan importante es que para un liberal es lo único relevante. Gibraltar será lo que quieran los gibraltareños, ni más ni menos. No pertenecerán más que lo que libremente decidan pertenecer, y esto pude ser, tanto españoles como británicos o simple y llanamente gibraltareños. En ningún caso podemos tolerar los liberales que un par de gobiernos extranjeros decidan el futuro de Gibraltar. Una vez más, los gibraltareños serán lo que ellos y sólo ellos decidan ser.

La conexión entre temas me parece más que evidente, y el resultado del análisis semejante. Creo firmemente que todo liberal debe defender esto o algo parecido. No me cabe en la cabeza ser liberal y no luchar por la soberanía individual aquí, en México o en Gibraltar.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Pero que me estás contando???

Anónimo dijo...

Un buen ejemplo, tu comentario, de ida de olla.

Sobre todo lo de dividir méjico en parcelitas: esta pa tí, esta pa mí ...

Muy práctico.

alberto.djusto dijo...

Lo que he hecho no es más que aplicar la conocida Teoría del nacionalismo liberal de Huerta, ni más ni menos. Ahora agradecería que alguien me mostrase la incoherencia liberal de la teoría de Huerta y del humilde artículo de un servidor.
www.jesushuertadesoto.com/fronts/frontteoria.htm

Seventies dijo...

Lo siento, pero no hay tal crisis interna en México. Me duele que así lo veas y más me duele que propongas secesionar a los simpatizantes de uno u otro bando. Lo que estamos viendo en México, con López Obrador por supuesto, es que este tipo vive en el pasado populista de los años 70 mexicanos, que fueron horribles, terribles, y que apenas ahora nos vamos recuperando. Tu opinión me confirma que hay muchos liberales que por tratar de ser muy liberales o libertarios alcanzan o retornan de nuevo al maldito socialismo. Y no te preocupes, pero será el propio López Obrador que se derrote así mismo. Ya ha comenzado...

alberto.djusto dijo...

"Tu opinión me confirma que hay muchos liberales que por tratar de ser muy liberales o libertarios alcanzan o retornan de nuevo al maldito socialismo"

Te saseguro que no entiendo porqué mi posición hace más fácil el socialismo. Yo diría más bien lo contrario pero estoy abierto a sugerencias.

Un saludo.