martes, noviembre 28, 2006

OTRO VÍDEO. MÁS MENTIRAS...

Si hace unos días era el PP el que metía la pata poniendo imágenes que no venían al caso en un vídeo para denunciar la falta de seguridad en las calles españolas desde que el ínclito e indescriptible ZetaP llegara a La Moncloa a poner a todo el personal a quitarle las pulgas a su chucho, hoy es el PSOE el que no sólo mete la pata, sino que miente vil y torticeramente. Entre otras cosas, Miguel Ángel Rodríguez NO era protavoz del gobierno Aznar en la tregua del 98.
PD: Por cierto, lo de "Movimiento Vasco de Liberación" de Aznar no tiene un pase. Apuesto a que él mismo empezó a arrepentirse en el mismo momento de decirlo. Qué lejos quedaron los días en los que la derrota de ETA era sólo cuestión de tiempo.

viernes, noviembre 24, 2006

LA IZQUIERDA ES ESTO

El pensamiento izquierdoso no es más que una suerte de religión. Algo para lo que se requiere una fe infinita, ajena a todo argumento racional. Lo mismo es que por ella muera la gente de hambre, de miedo o de un tiro a las sombra de cualquier paredón. Lo mismo da que cada día la realidad eche abajo las mentiras en las que se justifica todo su argumento. Lo mismo da que la historia pruebe y vuelva a probar sus repugnantes resultados. Siempre hay una excusa a la que agarrarse. Siempre hay un culpable ajeno a quien culpar. Siempre, sobre todo, siempre hay una ciega fe tras la que resguardarse y en base a la cual ejercer la potestad de condenar moralmente al infiel.
Releyendo los versos de Ángel González –sin ningún género de duda nuestro poeta vivo más perfecto- me encuentro con este poema que perfectamente podríamos usar para vestir todo el pensamiento de la izquierda reaccionaria, tan abundante, tan chillona, tan condenable:

ALOCUCIÓN A LAS VEINTITRÉS
Ciudadanos perfectos a estas horas,
honorables cabezas de familia
que lleváis a los labios vuestra servilleta
antes de pronunciar las palabras rituales
en acción de gracias por la abundante cena:
vuestra responsabilidad de sólidos pilares
de la civilización y de Occidente,
del consumo de bicarbonato sódico
y del paternalismo hacia la servidumbre,
exige de vuestra parte
cierta ignorancia de hechos también ciertos,
un esfuerzo final en bien de todos,
la tozuda incomprensión de algunas realidades,
la fe más meritoria, en resumen,
que consisteen no creer en lo evidente.
Yo podría jurar que la tierra está fija
–ya lo juré otras veces–­
y que el sol gira en torno a ella;
yo podría negar que la sangre circula
–lo seguiré negando, si hace falta–­
por las venas del hombre; yo podría
quemar vivo a quien diga lo contrario
–lo estoy quemando ahora–.
No es que sean importantes los asuntos
objeto de polémica:
lo importante es la rígida
firmeza en el error.
Pues las mentiras viejas se convierten
en materia de fe,y de esa forma
quien ose discutirnos
debe afrontar la acusación de impío.
Con esto, y una buena cosecha de limones,
y la ayuda impagable de nuestros coaligados,
podemos esperar algunos lustros
de paz como esta de hoy,
en una nochesemejante a esta de hoy,
tras una cenalo mismo que ésta de hoy.
Tal como siempre, pues, pedid conmigo:
Más fe, mucha más fe.
Que en cierto modo,
creer con fuerza tal lo que no vimos
nos invita a negar lo que miramos.

jueves, noviembre 23, 2006

EN TELEMADRID, TRECE ENTRE MIL

Trece son las historias contadas. Trece las familias deshojadas. Trece las distintas caras de la misma muerte. Pudieran haber sido mil pero son trece los ejemplos que ha elegido Iñaki Arteta en su última película para abofetearnos y desperezarnos de un olvido hipócrita y desagradecido.
Dice Clint Easwood en Sin Perdón que al matar no sólo se quita lo que se tiene sino todo lo que se podría llegar a tener, y esto es acaso lo más duro de la muerte. Un tiro en la nuca, una bomba en el coche, una explosión en cualquier parte y pum, todo se acaba. Ya nada puede seguir. Los proyectos, los sueños, las metas quedan aparcadas por siempre jamás.
Poco tenía que perder Mª Ángeles Rey a sus 20 años o Manuel Llanos a sus 27 cuando estalló la cafetería Rolando de Madrid. Menos aún los hermanos Silvia (13) y Jorge Vicente (9) cuando hizo lo propio el Hipercor de Barcelona. O Valeria Ruiz a sus once años cuando jugaba en la Casa Cuartel de Vic o Francisco Moreno Asla con apenas 2 cuando se despedazó en el asiento trasero del coche de su padre. Poco tenían que perder, ya digo, pero perdieron todo lo que tenían por ganar. Eran muchas las velas que les quedaban por soplar, muchas las mañanas de Reyes, muchos los paisajes por descubrir y todas las risas aún por echar al aire libre y en paz de su tierra. A Francisco Marañón se le apagó de golpe la alegría una mañana estival del 85. Le atravesaron el cuerpo varios trozos de metralla y quedó, “con lo alegre que yo era”, postrado en una silla de ruedas hasta el día de hoy con la única distracción de mirar un paisaje gastado y descolorido ya de tanto como lo ha estudiado, y con un ansia infinita de muerte: “a los caballos de carreras cuando no sirven les dan un tiro. Ojalá me hubiera muerto esa mañana”. Álvaro Cabrerizo era un padre de familia feliz que estaba preparando las vacaciones de verano cuando el 19 de junio del 87 se convirtió de golpe en un hombre sin mujer y sin hijas a las que dar un beso por la noche. Todo se vino abajo. Lo que hasta aquella mañana había sido una vida familiar feliz y tranquila se convirtió de pronto en una densa nube negra como la que se llevó por delante todo lo que más quería en la sección de bañadores del Hipercor de Barcelona. Andrés Samperio Sañudo y José Rodríguez Lama fueron asesinados por tener los huevos suficientes como para velar por la ley y la justicia en el País Vasco. El uno era inspector de policía y el otro guardia civil. Los dos fueron mirados de reojo, ya cadáveres, con el blasfemo susurro del “algo habrían hecho”. Y, por supuesto, como no podía ser de otra manera, los políticos. Ramón Baglietto, Jesús Ulayar Liceaga, Vicente Zorita Alonso y Alberto López Jaureguízar fueron tiroteados en la calle, a plena luz, y desparramados por el suelo en medio de un enorme charco de sangre limpia y pura. No dudaron nunca, al oír sonar la alarma de la libertad amenazada, en deslizarse prestos y valientes por la barra de los principios y las convicciones por más que supieran que quizá nunca volverían a cenar a casa. “Podéis quitarme la vida, pero no más podéis” le soltó Santo Domingo de Silos a un rey castellano. A ellos se la quitaron, pero no hubo bala que pudiera ni siquiera rozarles la razón.
Que vayan a contarles a estas familias todos esos que aquel 11 de marzo de nuestros doscientos se llenaron la boca con un “ellos no lo harían” si la ETA es o no capaz de matar indiscriminadamente. Que vayan a contarles que la ETA mata por un proyecto político al que todo pueblo tiene derecho a aspirar. Que vayan a contarles que el PNV es un partido solidario con las víctimas y perseguidor de asesinos. Que Batasuna tiene derecho a expresarse libremente. Que vayan, a ver qué les dicen. A ver si se atreven a mirarles a la cara.Y lo peor de todo es que se atreverían. Y que entre los que se atreverían estarían ahora muchos socialistas. Esos que han invitado a marcharse a Gotzone Mora o a Rosa Díez. Esos que desprecian a María San Gil. Esos que osan hacer desplantes a las víctimas. Esos, en fin, que han abandonado la lucha de esa marea humana de súper héroes de lo cotidiano que campan por las calles del País Vasco, su País Vasco, y que se visten con la capa blanca de la libertad y que usan a modo de cabina cualquier sede, aula, cafetería o callejón que se precie. Esos que algún día podrán sobrevolar sus pueblos y ciudades recordando todos los rincones en los que se jugaron la vida. Recordando a todos los compatriotas que quedaron en el camino. A todos los que ya nunca podrán volar pero que no se quedarán con las ganas de brindar con alegría desde el lugar donde vayan los muertos de buena voluntad.

VÍDEO JUGOSO SOBRE LA DERECHA EXTREMA (O EXTREMA IZQUIERDA)

Un vídeo muy interesante y muy jugoso que nos llega a través de EL BLOG DE MANNING sobre la extrema derecha y la extrema izquierda, y de cómo son la misma... cosa:

EN LA CARLOS III INTENTAN ADOCTRINARNOS

Mirad lo que nos manda el rectorado a toda la comunidad universitaria de la Carlos III.
Recuerda a eso de aprender jugando...
Lo malo es que los únicos de mente infantil son ellos...

miércoles, noviembre 22, 2006

¿QUIÉN ES LA "DERECHA EXTREMA"?

CARRILLO VUELVE A CASA POR NAVIDAD

Santiaguito Carrillo, el abuelo cebolleta que en su juventud practicaba el tiro al blanco con las nucas de cualquiera que le pasase por delante, el mismo que soñaba por las noches que de mayor regentaría una inmensa sala de tortura en la que ajusticiar a monjas malvadas y quemaría en el patio de su casa a todo aquel que no profesara la fe socialista, vuelve a casa por Navidad.
El ahora sumo sacerdote de la Santa Transición - doctor horroris causa, nada menos- regresa, con la frente marchita y las sienes nevadas, a la Universidad Carlos III, donde los buenos son siempre bien recibidos por el ilustrísimo rector de la cosa (ya sabemos lo que pasa con los malos, si es que vienen).
El título de la conferencia será "LOS CAMINOS DE LA PAZ" -no es coña-, y será pronunciada a las 16.30 de esta misma tarde en el Salón de Actos del CM-RE Fernando de los Ríos.
En fin, que hablando de paz, ya va siendo hora de que este tipo descanse en ella...

martes, noviembre 21, 2006

ENTREVISTA EXCLUSIVA A MELCHOR MIRALLES (y III)

Aquí va la tercera y última parte de la entrevista:
Siendo sólo un periodista, ¿no te perdía una cierta sensación de poder el hecho de tener una información de tal calibre?
Yo siempre digo que los periodistas no tenemos poder. Tenemos otra cosa, que puede valer más incluso, que es influencia. El poder lo tiene aquél que tiene en su mano la posibilidad de modificar el rumbo de los acontecimientos y los periodistas tenemos una enorme capacidad de influencia en quienes tienen el poder que, insisto, quizá es más peliagudo y más potente, si quieres. Por eso digo que los periodistas tenemos una enorme responsabilidad. Yo soy consciente de que un periodista puede hundir a una persona, si se equivoca. Yo he cometido errores en mi carrera profesional y he pedido perdón muchas veces porque algún error mío ha perjudicado a gente. Un solo breve de un periodista en un periódico puede hacer mucho daño. Por eso digo que esta es una profesión maravillosa pero de una enorme responsabilidad social, política y moral.
Entonces, yo era consciente de que teníamos dinamita informativa en las manos, y había gente, amigos incluso, que apelaba al sentido del estado, y nos decían que podíamos hacer mucho daño, que podía caer un gobierno… pero es que nuestra obligación era contarlo, porque nuestra obligación no es con nuestro gobierno, sino con los ciudadanos. Los periodistas, antes que hacer uso de nuestro derecho a la libertad de expresión, que lo tenemos como cualquier otro, somos unos depositarios de un derecho que no es nuestro, que es el derecho de los ciudadanos a estar informados. Una información que yo recibo no me pertenece a mí, te pertenece a ti, que eres un ciudadano. Por eso un periodista no puede comerciar con una información, que hay quienes lo hacen dirigiéndose a alguien para decirle “¿qué me das a cambio de esto?”. Eso es de una inmoralidad terrible. Repito: la información pertenece a los ciudadanos, no a los periodistas ni a las empresas periodísticas. Entonces, ya digo, yo era plenamente consciente del alto voltaje político y de la gravedad de lo que estábamos contando, pero teníamos la obligación de contarlo.

¿Y por la opinión pública os sentisteis apoyados?
No. En los momentos iniciales no estábamos respaldados por nadie. A la mayoría de la opinión pública le parecía magnífico lo de los GAL y a la mayoría de la clase política lo mismo. Salvando a algún diputado de IU, a Joseba Azcárraga, a Antonio Romero y algún otro nadie decía nada. Estábamos en una soledad tremenda. Yo siempre digo que me parece moralmente repugnante que en España la opinión pública y los partidos que estaban en la oposición al PSOE cuando cambian y empiezan a apoyarnos de verdad es cuando nosotros demostramos que, además de matar, robaban. Así que respaldados por una mayoría, desde luego que no. Hubo 102 ciudadanos con nombres y apellidos que se personaron en el sumario como acción popular, que fue muy importante. Pero ya te digo que fue una minoría, tanto de la gente, como de los medios de comunicación, como de la clase política. Y, eso sí, cuando descubrimos que robaban, entonces se armó el escándalo.

Supongo que lo mismo con la clase intelectual…
Sí, sí, también. Muy poquitos fueron los que abrieron la boca, hasta el punto de que Javier Tussel e Ignacio Sotelo intentaron sacar adelante un manifiesto en contra de los GAL y no pudieron hacerlo por falta de apoyos.

¿Y el papel del resto de medios?
Pues teníamos el único apoyo de Antena 3 Radio, que era donde estaba Antonio Herrero, y que nos apoyó tanto que se produjo el famoso “antenicidio” del Sr. Polanco para hacerse con su competidor. Y además, Interviú, que publicaba algunas cosas, Cambio 16 y para de contar.

Una de las cosas más sabrosas del libro, para mí, ha sido la historia de la presentación de tu libro “Amedo: el estado contra ETA” en la que delante de Carl Bernstein (descubridor, junto con Bob Woodward del famoso Watergate)…
Bueno, eso es que fue la bomba. El libro era de Plaza Janés y Cambio 16. Nosotros nos acabábamos de ir de Diario 16 (habían echado a Pedro Jota en febrero y yo, junto con otros compañeros, me había ido voluntariamente porque no podía seguir trabajando en un periódico en el que habían despedido al director por defenderme a mi) y coincidió el lanzamiento de El Mundo con la presentación del libro, y como lo organizaba el Grupo 16 pensar en nosotros era como mentar la bicha. Entonces fue muy gracioso (cada vez que me acuerdo me entra la risa) porque organizaron una serie de actos con Bernstein y no me invitaron a ninguno pero, claro, a la presentación de mi libro no podían dejar de invitarme. Entonces, pusieron una mesa muy larga llena de gente y a mi me pusieron en una silla, en un lateral, sin mesa delante (tengo la foto, eh?). Estaba el Ateneo hasta arriba y la inmensa mayoría estaba conmigo y con El Mundo, así que yo medité muy bien lo que iba a decir, que para mi no era agradable porque yo a Juan Tomás (dueño de Cambio 16) le tenía aprecio y no le guardaba rencor, y en mi turno de palabra dije “Sr. Bernstein, ustedes denunciaron un caso gravísimo de escuchas ilegales entre partidos, pero los GAL son algo mucho más grave: un grupo terrorista que ha asesinado a treinta personas. Hay más diferencias, y también algunas similitudes entre su caso y el nuestro. Nosotros tenemos en Garzón a un juez tan tenaz como su John Sirica, con la diferencia de que a Garzón le acosaron por tierra, mar y aire. Nosotros hemos tenido a los fiscales García Carrero y Gordillo, y ustedes tuvieron a Cox y Jaworski, con la diferencia de que los nuestros fueron obligados a apartarse. Nosotros tenemos a Akárraga, Sartorius y Rupérez, políticos de partidos minoritarios que pelean por el esclarecimiento del caso, y ustedes tuvieron a grandes figuras de la política como los senadores Baker y Edwin. Y, sobre todo, mientras ustedes tuvieron a la señora Graham, la dueña Post, que soportó estoicamente las presiones, a nosotros nos falló nuestra señora Graham en particular, Juan Tomás de Salas, el dueño del periódico. Eso es lo que nos diferencia, amigo”. Después de esto me querían matar, pero es que era la verdad. Esa fue la gran diferencia: la señora Graham mantuvo a Bradley al frente del periódico y el Sr. de Salas echó a Pedro Jota. Y, para colmo, después del acto comenté que, en realidad, el bueno de los dos no era Bernstein sino Woodward, lo que acabó por ponerles de los nervios.

¿No te parece que la opinión pública ha sido excesivamente condescendiente con aquél gobierno?
Yo creo que sí, pero la opinión pública es soberana. Es insólito ver circulando por la calle como personas normales a unas personas que son responsables de 30 asesinatos, el secuestro de un anciano, decenas de heridos y el saqueo de las arcas públicas. Esto no ocurriría en ningún otro país normal.

ENTREVISTA EXCLUSIVA A MELCHOR MIRALLES (II)

Aquí va la segunda parte () de la entrevista que le hicimos hace unos días a Melchor Miralles, en la que nos habla de cómo llevó la investigación y las malas jugadas que tuvo que sufrir:
Melchor, ¿cuándo fuiste consciente de que lo que estabas investigando era realmente lo que luego ha sido?
Desde el primer momento. Vamos a ver, esta investigación fue complicadísima porque era un asunto que afectaba a un Gobierno y que era un caso de terrorismo de estado, y eso siempre es difícil de investigar. Pero desde el primer momento era evidente que estábamos ante un grupo terrorista, aunque no había ninguna prueba, y yo no tenía ninguna duda de dónde íbamos a terminar.

¿De que llegaba tan alto?
Hombre, exactamente hasta dónde yo no lo sabía, pero que había responsabilidades políticas en este tema y que esto no se podía hacer si no era con una orden política era evidente. Ahora, después el probar todo esto llevó mucho tiempo, mucho esfuerzo y el hecho de pasarlo francamente mal en muchos momentos. No es nada agradable trabajar sometido a tantas presiones de un lado y de otro. Trabajar con un Ministerio del Interior y con un Gobierno empeñado en acusarnos por tierra mar y aire de ser proetarras y batasunos, y, a su vez, con ETA y Batasuna acosándonos, presionándonos, amenazándonos y sosteniendo que éramos periodistas al servicio de Interior. Así que agradable no fue, pero desde el principio era evidente, más o menos, lo que había.

¿Llegaste a temer por tu vida?
Sí. Yo he pasado mucho miedo, lo que pasa es que el miedo es un sentimiento que se controla. Ahora bien, esto no tiene un mérito especial. Los policías o los bomberos pasarán mucho miedo a diario. Cada profesión tiene unos riesgos.
Pero sí, temí por mi vida por varios motivos: yo tenía un servicio de información, como se demostró, espiándome ilícitamente; recibimos durísimas amenazas desde el entorno gubernamental, que nos llevaron a padecer alguna agresión física y a que nos despidieran de un periódico; y, sobre todo, yo temía por ETA, que de hecho intentó asesinarme en mi casa de Madrid.

Me llamó la atención, al hilo de todo esto, lo que Jiménez Losantos cuenta en su último libro de cómo Antonio Herrero acudía cada mañana, de madrugada, a la COPE en su todoterreno, con un coche escoltándole detrás, una pistola en la guantera y una escopeta sobre las rodillas, lo cuál explica bastante bien el clima en el que desarrollabais vuestro trabajo…
Bueno, yo no llevo armas, ni las he llevado nunca, pero sí voy con escolta policial desde hace muchos años, lo cual es muy desagradable. A mi ETA no me mató porque un directivo de Antena 3 TV me invitó a cenar. Y junto a otros tres compañeros fui objeto de una agresión bastante dura en Bayona. Y fui encarcelado en África junto con otros tres compañeros, pensando que al final nos matarían. Entonces, yo he tenido situaciones objetivas en las que he temido por mi vida. Pero, insisto, lo digo sin espíritu de querer ser ningún héroe, porque soy todo lo contrario. Más riesgo tienen cada día en todo el mundo los periodistas que están cumpliendo conflictos bélicos.

¿Tuviste la tentación de dejarlo?
Jamás.

¿Nunca?
Yo tengo muchos defectos, pero tengo alguna virtud. Creo que me conozco bastante y que en la vida en general me ha ido bien porque soy muy consciente de cuáles son mis defectos. Pero una de mis grandes virtudes es la tenacidad.
A mí cuando me preguntan qué tiene que tener un periodista de investigación siempre digo que en esto no hay un “abc”, pero tengo muy claro que la cualidad más importante es la tenacidad. No recuerdo qué compañero americano dijo que el periodismo de investigación es tocar cien veces en una puerta, que te digan que no, y tocar ciento una.
Así que yo, que no soy especialmente inteligente, sí soy muy tenaz y en ese sentido no es que sea valiente, pero soy muy consciente de cuáles son mis obligaciones y que las tengo que cumplir. Por eso no sólo no se me pasó por la cabeza dejarlo, sino que cuanto más duras eran las presiones más interés ponía en sacar este asunto adelante.

¿Siempre confiaste en que llegarías hasta el final?
Sí. Si no, hay que dejarlo. Yo era consciente de la enorme dificultad, pero sí tenía clarísimo de que terminaríamos sabiendo la verdad.

Supongo que sentirías un enorme vértigo a la hora de escribir todas esas informaciones que ibas descubriendo…
Pues no era tanto vértigo como una sensación de plena satisfacción personal y profesional descomunal. Es un sentimiento especial, pero no es tanto vértigo, que te entiendo muy bien lo que dices, como la satisfacción de decir “¡por fin!”.
Nosotros hubo asuntos que tardamos hasta un año en publicar teniendo la información, pero no pudiendo demostrarla. Recuerdo, por ejemplo, a Inmaculada Gómez, una chica que tuvo una relación con Amedo, con la que me entrevisté junto a mi compañero Ricardo Arques un mes de octubre y no publicamos lo que nos contó hasta el mes de noviembre del año siguiente. Yo le dije “Inmaculada, esto no se puede contar si tú no das el paso” y hasta que ella no lo dio, no pudimos publicar nada. Lo mismo, con gente que me ha dado información con la condición de que hasta que no la consiguiera por otro sitio no me autorizaban a publicarla porque podía perjudicarles o hundirles. Es decir, es un trabajo apasionante pero muy complicado en el que hay que tener mucha tenacidad, mucha paciencia y la cabeza muy fría. Esto no tiene nada que ver con las películas. Los periodistas no somos ni policías, ni jueces y tenemos muy pocos medios para hacer nuestro trabajo.

lunes, noviembre 20, 2006

ENTREVISTA EXCLUSIVA A MELCHOR MIRALLES (I)

Hace unos días tuve la oportunidad de entrevistar, junto con mi compañero Alto Comisionado, a Melchor Miralles, el hombre encargado de destapar el caso GAL. EL único periodista que siguió el tema de principio a fin, a lo largo de 15 años, costándole, como nos cuenta, mucho trabajo, mucha presión y mucho miedo.
Como es un poco larga, la pondré en varias partes. Aquí va la primera:
¿Cuando comienzan los GAL como tal?
Vamos a ver, la primera actuación de los GAL se produce el 17 de octubre de 1983, con el secuestro de Lasa y Zabala. Una acción que nunca fue reivindicada por los GAL, y que sólo después de muchos años pudo saberse y demostrarse que fueron ellos. Y la segunda, que fue la primera reivindicada, fue el secuestro de Segundo Marey en diciembre del 83. A partir de ahí, hasta llegar a 30 asesinatos.

Los datos varían según las fuentes, ¿cuál es la cifra concreta de asesinatos?
Es cierto que hay distintas cifras. Las confusiones están originadas porque en las primeras listas del año 89, publicadas en mi primer libro (“Amedo: el estado contra ETA”, Melchor Miralles y Ricardo Arques, 1989), sale un cuadro de víctimas en el que no están Lasa y Zabala. Pero, en resumen, la suma que a mi me sale es de 30 asesinatos, un secuestro y decenas de heridos.

Teniendo en cuenta el gran operativo que tenían detrás ¿cómo es posible que fuesen tan “ineficaces”?
Pues eso habría que preguntárselo a ellos. Yo creo que no fue “eficaz” porque quienes lo hicieron entraron en un proceso diabólico de avaricia descomunal y además de matar a la gente decidieron enriquecerse. Actuaron con una sensación de impunidad absoluta, pensando que estaban en una república bananera y no contaron con que iba a haber un pequeño grupo de periodistas y algún juez y algún fiscal empeñados en que se supiera la verdad.
Desde luego, “ineficaz” fue en la medida que no acabó con el terrorismo, pero yo creo que aunque hubiera sido “eficaz” hubiera sido moral, ética y políticamente inaceptable.

¿Cómo valora la actuación del juez Garzón respecto a todo el proceso de los GAL?
Hay mucha gente que me acusa de que yo depende de lo que haga Garzón me parece bien o me parece mal, pero es que nadie en la vida hace todo bien o todo mal, y quien está sometido a la crítica tiene que aceptar que la gente está unas veces de acuerdo con él y otras no. Entonces, respecto del Sr. Garzón yo creo que hay determinadas actuaciones judiciales de las que ha sido directamente responsable que se han hecho adecuadamente y otras que no.
En el plano político, a mi me pareció inconcebible e injustificable que, conociendo al detalle lo que eran los GAL y después de elaborar el famoso organigrama en el que aparece la “X”, aceptara, como consecuencia de una ambición desmedida, ir de número 2 del Sr. “X”, precisamente, en una lista electoral. Después, él volvió a su juzgado y siguió con las investigaciones resultando que las mismas fueron las que permitieron demostrar que los GAL fueron un grupo terrorista organizado y financiado por el Gobierno de Felipe González.

Porque la “X” es Felipe González…
Sin ninguna duda. En términos penales no se sabe quién es porque no se ha podido acreditar, pero en términos políticos y morales no creo que nadie tenga ninguna duda. La Justicia a condenado al ministro, al secretario de estado, al director de seguridad de estado, al director general de la policía, al de la Guardia Civil, a varios jefes superiores de policía, comisarios, subcomisarios, inspectores… es decir, que toda la cúpula del Ministerio del Interior estuviera metida en un asunto como este y que el Presidente del Gobierno no supiera nada es absolutamente imposible. Además, hay testimonios como el del Sr. García Damborenea que confesó ser el primer patrocinador de los GAL y que reconoció despachar el tema con González.

¿Está puesto ya el punto y final de los GAL?
No. Algunos de los asesinatos no están esclarecidos y la “X”, penalmente, tampoco, por lo tanto judicial y periodísticamente queda trabajo por hacer. Se sabe prácticamente todo, pero “todo” no se sabe. Ahora bien, ahora mismo no hay la más mínima voluntad de hacerlo.

LOSANTOS VISITA A RAJOY EN GÉNOVA

Leo que el otro día Losantos se acercó hasta la 7ª planta de Génova para visitar a Rajoy en su despacho. Ante esto, dos consideraciones:
- Si yo fuera Losantos habría tratado de hacerlo en un lugar neutral, aunque sólo sea por no caer en la indignidad de visitar al politicastro en su propio despacho.
- Y si yo fuera Rajoy desde luego habría tratado de ser más discreto. Que luego no le extrañe si Gabilondo le pregunta sobre quién manda en el PP. A mi juicio, motivos sobran para ponerlo en duda.

En cualquier caso, y sin saber el motivo real de la visita, no tengo por más que decir que me producen cierto asquito estos encuentros entre la política y el periodismo. Cuenta Losantos que se ha pasado la vida criticando el poder estuviese en las manos que estuviese. Bueno, pues que siga en las mismas y se deje de citas clandestinas.

domingo, noviembre 19, 2006

...Y DE LA RESPUESTA-CONFESIÓN DEL PP (recomendable)

Ante las palabras del líder-ciudadano, la nueva musa de Acebes -esa inteligencia rubia, que dice Anson- que atiende al nombre de Cayetana Álvarez de Toledo, confiesa –después de haber hecho exactamente lo mismo que aquél al declararse “hija de Hayek y Keynes”, como si lo mismo fuese- lo que todos sospechábamos, sin complejo alguno:
Hay un en la frase de Rivera una terrible equidistancia ante el dilema entre el marxismo y liberalismo.” Hasta aquí vamos bien, pero ya empieza lo bueno: “Dilema que, más adelante, en sus declaraciones, se desliza y pervierte al oponer socialdemocracia y capitalismo. Ojo con esta falacia (sic): la socialdemocracia moderna, la que defiende la economía de mercado hasta donde es razonable (sic), la que aspira a una justicia social que entorpezca lo menos posible la libertad individual (sic), la que exige igualdad de oportunidades (sic), es una variante (una herejía para algunos) del pensamiento liberal. No demos la satisfacción intelectual a quienes no lo merecen de aceptar que el Estado de Bienestar es tributario del marxismo. La redistribución de la riqueza mediante un régimen impositivo y un sistema de prestaciones sociales no tiene absolutamente nada que ver con la negación de la propiedad privada (sic). Otra cosa es que la lucha de aquellos que defendieron el marxismo haya ayudado a despertar conciencias, desembocando en un compromiso razonable (sic): histórico y social, pero no intelectual.
No creo que nadie dude ya de lo que representa el Partido Popular.
Lo que me estraña es que haya liberales tan esperanzados con el panorama político que sean capaces de ver la luz al final del túnel. Con lo mal que le tratan a uno las esperanzas...

DEL CUIDADO QUE HAY QUE TENER CON CIUTADANS...

Hay que tener cuidado con los apoyos ciegos y las modas fulgurantes. Bien es cierto que los ciutadans han tenido los huevos de decir lo que nadie se atrevía, de hablar castellano a los ultras del catalán e incluso de pasar de ponerse la manita en el corazón y cantar el himno de las glorias patrias en el Parlament. Hasta aquí muy bien. Pero en modo alguno es suficiente ni merecedor de las loas y los parabienes que muchos se dedican en cuerpo y alma a dedicarles. Y, por supuesto, no es ningún motivo para la esperanza liberal.
Claro que hay que criticar el nacionalismo, pero hay que saber por qué hay que hacerlo. Bien está saber que uno padece una enfermedad, pero de nada sirve si después no podemos analizar la causa de la misma para recetar la cura. Y es aquí donde fallan los amables ciutadans. El nacionalismo no es criticable per se. Allá cada quién con sus sentimientos. El problema es cuando el nacionalismo es la excusa para el socialismo, que es el caso que nos ocupa en España. Por eso, bien está que se señale la deriva nacionalista, pero en nada se queda si no es para denunciar su carácter puramente socialista. El nacionalismo es el telón. El socialismo la obra que se representa detrás. Que nadie se lleve a engaños.
Precisamente por eso es tan preocupante que Albert Rivera diga cosas como: “todos somos hijos de Marx y Adam Smith” o “soy favorable al liberalismo clásico, no del liberalismo económico”, porque nada en la vida es más fácil ni más barato que buscar excusas. Y, francamente, lo mismo me da que coarte mi libertad un loco de la patria y la nación, que un obseso de la justicia social.
Así que cuidado porque están ya muy vistos aquéllos furibundos del centrismo y la equidistancia. En determinadas cosas, esto puede resultar repugnante. No puede uno situarse en el medio ante el dilema libertad y servidumbre. Ni ante liberalismo y socialismo. Ni, desde luego, ante Marx y Adam Smith. Con determinadas cosas hay que saber a qué lado está uno de la raya. Es demasiado fácil quedarse a vivir en la zona gris.
Albert Rivera y los suyos han sabido posicionarse ante los taliboinas de la patria. Pero eso puede quedarse en nada si deciden plantarse ahí, que es de lo que tiene pinta.

jueves, noviembre 16, 2006

HA MUERTO MILTON FRIEDMAN

Se confirma lo que hace poco Juan Ramón Rallo apuntaba. Acaba de morir, a los 94 años, el premio Nobel de economía Milton Friedman.
Si hace unos meses nos dejaba Jean Francois Revel, hoy se nos va otro gran pensador liberal. Lo mismo que dijimos de aquél, podemos decir de éste. Ojalá en el futuro sus enseñanzas tengan más calado que en el presente.
Descanse en paz.

martes, noviembre 14, 2006

GARZÓN QUIERE SER EL SEGUNDO DE "MÍSTER Z"

Garzón, ese hombre, ha vuelto a meterse en la cabina para salir vestido de superjuez y volar por los aires de la estupidez y el egocentrismo exacerbado del que acostumbra a hacer gala.
Garzón, el hombre que veía amanecer, ya no sólo habla por sí mismo -por ese su súperego, tan bien alimentado- sino por toda la judicatura negando que el Gobierno esté ejerciendo "presiones" sobre los jueces en relación con el "proceso de paz" respecto a ETA.
Además, Garzón, el mito viviente de la paz y la justicia, ha dicho nada menos que "los poderes forman parte de un Estado y no puede ir cada uno por su lado". Toma ya. Tócate el higo Anacleta. ¿Quién habló de independencia entre los poderes? Bueno, pues nada. Borrón y cuenta nueva.
Por último, Garzón, el capitán de las fuerzas del bien, ha afirmado solemnemente que el presidente del Gobierno "está demostrando una gran valentía desde el principio de su mandato". ¿Éstará ya opositando para ser el segundo de Míster Z? ¿Será por eso que ya ha empezado a hacer méritos con eso de que "no es verdad" que el Gobierno no esté luchando contra ETA y que "no se puede afirmar eso y quien lo hace sabe que no se debe afirmar"?

LO DE AMEDO EN ANTENA 3

Tal y como posteé hace unos días, hoy José Amedo ha acudido a un programa del corazón a someterse a la misma máquina del polígrafo por la que antes han pasado personajes tan ilustres como el Dioni, Aída Nizar o Pipi Estrada.
Pues bien, si con todos ellos puede perfectamente compararse al otrora subcomisario en lo que a carácter casposo se refiere, es verdaderamente escandaloso que no pueda decirse lo mismo en cuanto al tipo de cuestionario al que ha sido sometido.
Nada más fácil, nada más inocuo, nada más estúpido y nada más zafio que las 28 preguntas (2 más y le hacen una por cada muerto) que le han sido dirigidas por el ilustre Cantizano: "cree usted que los GAL fueron eficaces?, se siente amenazado?, cree que van a atentar contra usted?, piensa que hubo una conspiración para echar al gobierno de González?, es verdad que ha cumplido sólo 12 años de 100 que le pusieron?..." y así todo. Sólo les ha faltado preguntarle si verdaderamente se llama José Amedo.
Yo no sé si es que estos señores no tienen ni idea de lo que son los GAL, que su indocumentación es escandalosamente profunda o que, y es lo que me temo, todo ha sido un paripé para desprestigiar el trabajo de unos periodistas que se jugaron la vida y otros tanto que se la dejaron por el camino para que al final se llegara a la verdad.
Una lástima que, cuando menos, no le hayan preguntado si la X esconde el nombre de Felipe González, si se pulió o no los impuestos de todos los españoles en los casinos y los puticlubs del mundo, quién le daba las órdenes, con quién se reunía, si elaboró o no una bomba lapa para que su compinche la colocara debajo del coche de un pobre hombre, cuántos billetes iban en las maletas que su mujer paseaba por los aviones... y así hasta las más de 200 preguntas que dejó sin contestar a Garzón la primera vez que lo trincaron.
Una vergüenza, o sea.
Qué razón tuvo Miralles cuando el mismísimo Amedo la propuso asistir juntos al programa para sacar más pasta: "Pero Pepe, ¿tú te crees que yo soy imbécil?".

Manifestación contra el adoctrinamiento estatal

Un proyecto más que interesante de estudiantes es el de Novillada, movimiento estudiantil de protesta contra la asignatura que la LOE nos trae, "Educación para la ciudadanía", o lo que es lo mismo, adoctrinamiento estatal del bueno.
Aunque los convocantes no se definen políticamente, desde UDE consideramos que este movimiento estudiantil promueve un objetivo claramente liberal: luchar contra el aborragamiento impulsado por el estado que el gobierno de turno podrá aprovechar para volcar en la EPC todo "su" pensamiento y obligar a los chavales a sabérselo y muy probablemente a asimilarlo creando más y mejores generaciones de ciudadanos dóciles para el estado.

El próximo sábado día 18 de noviembre está convocada una maifestación de protesta contra la EPC en la Plaza Mayor de Madrid a las 17:00 horas. Os animamos a todos los liberales a que apoyeis con vuestra asistencia a estos chavales que contra viento y marea han organizado una Novillada contra el adoctrinamiento estatal.
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REVISTA CADIZ 11

Ya está actualizada la web, así que ya podéis descargaros la nueva revista.
Esperamos que os guste...

domingo, noviembre 12, 2006

QUE VIENEN LOS ECOLOGISTAS: ¡¡QUE MIEDO, TÚ!! TURURÚ

Lo de las predicciones de los amiguetes del Medio Ambiente resulta ya un plomazo devastador. Bien es cierto que hasta hace un tiempito la cosa le hacía a uno gracia, pero ver que no sólo no se cansan de hacer el ridículo, sino que mientras más lo hacen más fuerzas les asisten termina, ya digo, por desesperar.
Si hace poco la musa entre las musas, Lucía la de los cuerpos celestes, auguraba que “el fin se acerca. Mares agostados, bosques deforestados, agua y aire contaminados. Desaparecen 30.000 especies por año, 3 por hora (…) Dentro de unos 150 años acabará el mundo (…) Yo tengo una hija, y la perspectiva de que viva en el mundo de Mad Max me aterra. Y no sé si cierta gente no tiene hijos, no lee, o está completamente loca”, la última tontería la ha escrito la directora del suplemento de moda Yo Dona, de El Mundo.
Charo Izquierdo, haciendo honor a su apellido, nos aventura en su “Carta de la directora” –colocada bajo la foto de unas grúas tremebundas asomadas por entre la humareda contaminante- que en poco tiempo “una de cada seis personas va a carecer de agua potable, que se provocarán 200 millones de refugiados y que se perderá el 5% del PIB de todos los países que no tomen medidas”. Toma ya. Esto ni Aramís Fuster, ni la bruja Lola, ni Raphel. Pero no acaba ahí. Si uno aguanta la risa lo suficiente, puede terminar leyendo: “propongo que este fin de semana, en nuestras compras, optemos por utilizar menos bolsas de plástico y rechazar los alimentos envasados en bandejas de corcho blanco. Puede ser nuestra contribución para conservar el planeta”. Venga, vale. Chupi Guay del paraguay. Esta semana todos vamos a ser buenos, eh? Que si no, vendrá el coco… Pero hombre por Dios, y esto lo escribe una tía que es ¡¡¡directora de un suplemento del Mundo!!! Propongo que a cualquiera de los que pasemos por aquí nos nombren directores del Washington Post.

Todo esto me recuerda mucho a una brillante -cómo no- canción del maestro Javier Krahe que bien podría aplicársele a estas brujas de postín:

Grave desencanto te ha dado, a resultas, uh, uh,
del cual te dedicas ahora a las ciencias ocultas.
Tú que ya eras torpe de racionalista,
no lo tienes fácil, Satanás te asista.
Siendo sólo fea, siendo sólo arpía,
nunca serás bruja de categoría.

¡Que miedo, tú!
Tururú.

Prueba fehaciente de tus pocas luces uh, uh,
en vez de manzanas llevas altramuces
y haces tus conjuros en catorce y jueves.
Así no te pica ni una Blancanieves.
Dan tus sortilegios tal vergüenza ajena
que te pone cuernos incluso la luna llena.

¡Que miedo, tú!
Tururú.

Aunque eches los polvos de la madre Celestina uh, uh,
tus filtros de amor dejan pasar la nicotina
y al ponerte bizca con la bola ésa,
el futuro más vulgar se te atraviesa.
Si hasta tu lechuza se volvió a su nido,
desde que al tarot te oyó exclamar: "envido".

¡Que miedo, tú!
Tururú


PD: En fin, la cosa es que esto viene ya de muy lejos y aún no se les ha caído la cara de vergüenza, así que cabe esperar aún muchas tonterías más. Lo escribe José Ignacio del Castillo: “Todavía pueden repasarse en bibliotecas y hemerotecas las profecías -y los remedios- que entonces realizaban -y proponían-, el Club de Roma, Paul Ehrlich y tantos otros: "En el año 2000 Inglaterra habrá desaparecido por falta de alimentos y de otros muchos recursos"; "Antes del año 2000, al menos sesenta millones de estadounidenses habrán perecido por el hambre"; "Carece de sentido tratar de salvar al subcontinente indio. Sus más de mil millones de habitantes están condenados y nadie podrá salvarlos"; "Una nueva glaciación, causada por el hombre, ha comenzado", etc”.

sábado, noviembre 11, 2006

AMEDO NO PUEDE CAER MÁS BAJO

Ayer por la mañana Melchor Miralles recibió una llamada en su despacho. Era el señor Amedo. Por fuentes de primerísima mano, puedo contar que la cosa fue más o menos así:
- Buenos días, Melchor.
- Hombre, Pepe. Dime.
- Oye, que el martes voy a la máquina de la verdad, con Cantizano, en Antena 3.
- Pero, qué me dices...
- Sí, y llamaba para proponerte que te vengas conmigo y organizamos allí un cara a cara.
- Pero bueno, Pepe, ¿tú te crees que yo soy idiota?, ¿tú me ves a mi debatiendo contigo, con Mariñas y la Patiño de contertulios? Sólo nos faltaba Lydia Lozano... Yo, en un programa serio, cuando tú quieras. Pero así no, hombre, así no.
Después de mucho insistir sin lograr resultados, el hombre encargado de que se matase a 30 personas, se secuestrase a una, se hiriese a decenas y se redistribuyese el dinero público por los casinos y puticlubs del mundo colgó el teléfono.
La cosa es que está más tieso que una vela y los chupasangres del cuore le dan 5 millones de pesetas. Por eso, se sentará a hablar de uno de los episodios más negros de la historia de España en un programa del colorín. Por eso, tras ser rechazado en varias editoriales, tuvo que inventarse un puñado de párrafos controvertidos para que le publicasen su último libro.
Ya hace tiempo que viene buscando el lío...

viernes, noviembre 10, 2006

¡¡¡NOS ATACAN LOS GABACHOS!!!

Bueno, bueno, bueno... me pinchan y no sangro... No hemos hecho más que sacar el primer ejemplar de este año de nuestra revista Cádiz (por cierto, este fin de semana estará ya colgada en la web) y no sólo hemos organizado el revuelo habitual por el campus, sino que hemos conseguido embrabecer la ira de un grupo de gabachos internautas.
A tal extremo ha llegado su indignación, que se han tomado la molestia de traducir buena parte de la entrevista que yo mismo realicé a Juan Galán.
Por cierto, parece que tampoco les han hecho mucha gracia las camisetas del Juan de Mariana que publicitamos en nuestras páginas. Les han gustado tampoco como mi apellido Mercado)... jajaja...
Personalmente, pocas cosas tan gratas me cabe imaginar como picar a un franchute en lo más alto, para que sangre y humille.
Parece, modestia aparte, que seguimos haciendo un buen trabajo.

domingo, noviembre 05, 2006

JUGUEMOS AL AHORCADO

¿Quién quedará pendido en breve del palo más alto?
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UN RATO CON JAVIER KRAHE

Hace unas semanas, gracias al desparpajo de Alto Comisionado, tuve la ocasión de hacerle una breve entrevista a Javier Krahe. Su popularidad es directamente proporcional a su genialidad. Por si a alguien le interesa, aquí lo cuento:

Cuenta Sabina que una tarde de sol, a la hora de la siesta, andaba soportando a unos cuantos intelectuales pelotas y arrimadizos cuando, para colmo, “me dijeron, y había consenso: Oye, ese Krahe es un pesado y un monótono, parece un predicador. El bueno eres tú, y yo no dije nada”. Dejó correr Joaquín las agujas del reloj hasta que, cansado de aguantar semejante compañía, “recité: Tú que has tenido la rara fortuna de conocer/ el corazón a la luz de la luna de mi mujer. / Tú que has sabido tomarle el tranquillo/ a esos abrazos,/ más de una vez te adivino en el brillo/ de sus ojazos, y acto seguido les pregunté de quién era. Uno juraba que era Garcilaso; otro, que aquello sólo podía ser cosa de Quevedo, y yo disipé las dudas al grito de << ¡Es Krahe, cabrones! ¡Leed y aprended algo!>>.
Es viernes. Javier Krahe da un concierto en la sala Galileo Galilei y me ha citado para charlar en su camerino. Son las diez menos veinte de la noche y hace diez minutos que debía estar con él. Definitivamente, el Metro de Madrid no vuela. Como siempre que viene, en la entrada está colgado el cartel de “no hay billetes”. Al entrar, la gente ya ha ocupado sus mesas. Los que no reservaron a tiempo, intentan acomodarse en cualquier lugar mínimamente confortable. Abriéndome paso entre todos, subo al camerino, pero está cerrado. Bajo y lo busco por todo el salón. Finalmente, lo encuentro acodado en la barra, en compañía de una rubia cualquiera que ríe y lo mira con reverencia. Un rubia que perfectamente podría ser aquélla Jessica Rabbit que, ante el estupor de todos, quería pasarse la vida colgada del cuello del famoso conejo por la sencilla razón de que “he makes me laught”. Al verme, la despide con dos besos, coge su cerveza con una mano, me estrecha la otra con alegría y me invita a que subamos al camerino “porque después será mucho más complicado. Luego, hay mucha gente que quiere saludarme”. Como el público es abundante, el acomodador me aconseja que antes de subir deje la chaqueta en mi mesa. Lo hago intentando sortear, a veces con más pena que gloria, a la gente sentada en el pasillo.
La puerta del camerino está entreabierta, así que paso sin llamar. Al fondo de un pasillo oscuro, más propio de una cueva, tapizado en telas negras, veo a Javier, de frente, sentado en una silla roja e iluminado por uno de esos espejos rodeados de bombillitas que uno ha visto en tantas películas de artistas y folclóricas. Destaca de entre la negritud de la entrada por la blancura intacta de la camisa, el pelo y una barba espesa, -“muy hecha al yeso”, que diría el poeta-.
Sentenció Jardiel Poncela que lo más importante acaso en un hombre no era sino su aspecto, y el aspecto de Krahe es el de un marinero en tierra. Un marinero canalla, sabio, astuto, guasón, donjuán, sátiro, de norte bien definido. Un marinero sin otra cosa que pescar más que versos brillantes y sin otra espada que blandir más que la coña –marinera, claro- con que barniza cada una de sus frases. Vamos, que lo que menos le pega de principio son los cables y los focos del escenario. Nadie diría que este hombre lleva casi medio siglo cantando. Cantando alegre en la popa de una vida más pródiga en aplausos y risas que en billetes y monedas, pues no en vano el personal le ha escamoteado siempre el mapa con la X del tesoro. Unos mapas que parece se venden la mar de baratos en este panorama patrio que venimos sufriendo hace ya tiempo, tan operaciontriunfero, tan estribillado. Yo, que así lo veo, se lo largo a Javier quien me responde, no sé si con un pizca de falsa modestia, que “con vivir de la canción me parece estar ya bien valorado”. Claro, que hay vidas y vidas y Brassens, su gran maestro en la cosa del cante y la rima, no hacía más que vender discos como churros por tierras gabachas. Dicen que veinte millones, lo cual ni las cinturas metrosexuales de cualquier latinazo de turno.
Cojo una silla sobrante y la coloco frente a él, de espaldas a la entrada. No negaré que al mirarlo a los ojos así, tan de cerca, no siento una suerte de vértigo, de cierta responsabilidad autoimpuesta a estar a la altura de un hombre que tiene ganado a pulso un puesto en el podium de mi laico santoral.
Como pretendo publicar la charla en la revista en que participo, no tengo por más que sacarle algunas opiniones políticas: “ya sé que es un coñazo, Javier. Yo te lanzo algunos balones y tú, si quieres, los rematas”. Lo de coñazo lo digo, no porque no me guste el tema, que todo lo contrario, sino porque precisamente con él es de lo que menos me apetece hablar. El caso es que los remata todos: “la ley antitabaco es un paso más en la dictadura de la salud”; “sigo posicionado a favor de la legalización de las drogas, pues la ley no debe entrar en lo que cada quien se mete en el cuerpo”; “la memoria histórica debe quedar para los historiadores”; “sólo los cretinos se pueden creer los discursos de los nacionalistas. Claro que hay cretinos a punta de pala y, en fin, también tienen derecho a existir”. Al hilo de todo esto le recuerdo cuando, hace cosa de quince años, en un famoso concierto de Sabina retransmitido en directo por TVE las cámaras desaparecieron físicamente del escenario cuando salió él a cantar la polémica “Cuervo ingenuo”, en la que denunciaba la actitud de Felipe González, mandamás a la sazón, respecto de la OTAN: “No es que no lo retransmitieran. Es que ni lo grabaron. Aquello me costó un año entero en el que nadie me llamaba. Realmente pensé que mi carrera había terminado”. No sería la primera ni la última vez, aunque sí la más grave, que Krahe sufriera el azote de la censura: sonada fue también la vez que cantó “Marieta” en la primera cadena, con el consiguiente colapso de la centralita telefónica a causa de la indignación general de la audiencia ante un tipo que acababa de pronunciar veintitantas veces la palabra “gilipollas”. Ninguna radio se atrevía a radiarla después. A pesar de que en una de sus últimas canciones confiesa que el tema no le inspira, le pregunto si no tiene en mente escribir una canción política y, sorprendentemente, no sólo me dice que sí, que “tengo dos versos que me inspiran mucho”, sino que me los descubre en primicia: “me gustas democracia/ porque estás como ausente”.
En este instante, habiendo llegado ya sus dos músicos, entra en el camerino uno de los responsables del local para pedir que vayamos terminando, que la actuación tiene que empezar. Hago ademán de levantarme de la silla para marcharme, pero Javier insiste en que continúe. Me atrevo a decir que se sentía a gusto. Por supuesto, no me hago de rogar y le pregunto por el mar, por el amor, por el tiempo y, cómo no, por uno de sus temas favoritos: la muerte.
- Te he leído últimamente decir que ya no te preocupa, lo que me ha recordado esa canción tuya de los comienzos que decía aquello de “la muerte no me llena de tristeza/ las flores que saldrán de mi cabeza/ algo darán de aroma”…
- Bueno, la cosa es que entonces no sólo me preocupaba, sino que me atormentaba. Era sólo una pose literaria. Y me ha atormentado a diario hasta hace unos años, que de repente me acordé y me dije: pues hace mucho que no me preocupa a mí el tema.
En ese instante ríe, y lo hace mostrándome una sonrisa grande asomada por entre la barba. Le digo que su obra tiene mucho del absurdo de los genios del 27 –Jardiel, Mihura, Fernández Flórez…- y confiesa tenerlos “muy leídos”, pese a no reconocer una influencia directa “aunque algo habrá quedado, claro. No obstante, mi gran maestro es George Brassens”. Sus músicos se mueven impacientes, así que justo antes de levantarme le suelto mi última curiosidad:
- Por cierto Javier, al componer, quién domina, ¿el verso o tú?
- Gobierno yo, pero la idea me la da la palabra.
Ahora sí que el tiempo se ha agotado. Me despido agradecido, estrechándole de nuevo la mano, a la orilla del espejo de bombillas. Al marcharme, miro hacia atrás y alcanzo a ver aún su silueta blanca fundirse con el negro de las escaleras que lo llevan directamente al escenario. Antes de llegar a la puerta oigo los aplausos de un público impaciente y el “buenas noches” de un genio con el que he tenido la ocasión de compartir en solitario unos minutos preciosos. Cuando llego a mi mesa le escucho presentar su primera canción: “alguien me ha preguntado si a la hora de hacer canciones domino yo al verso o el verso a mí. En esta fui dominado”.