viernes, agosto 10, 2007

Estado de miedo en las carreteras

Acaba de estrenar la DGT una nueva campaña de publicidad para este verano, concretamente para el mes de agosto ya que es el período de mayor movimiento de vehículos por aquello de la generalización de las vacaciones en este mes. El trasfondo del spot publicitario no es nuevo, sigue la línea estatista de toda la vida, esto es, la culpa siempre es del ciudadano. Siendo cierto que los que conducimos somos nosotros tengo la sensación de que no todo es como nos lo pintan, nunca lo es y a buen seguro tampoco lo será ahora.

En lo que se refiere al anuncio en sí se nota la mano del estado a la legua, meter el miedo en el cuerpo a la gente es la forma favorita de proceder del poder público. Aunque no es tan cruento como otras veces (aun recuerdo las explícitas imágenes de campañas anteriores que más bien parecían imágenes de pura casquería que un spot pretendidamente serio) no renuncia a mostrar accidentes espectaculares a modo película americana. Pero si lo hacen así es porque funciona, sin duda es el miedo la mayor arma del estado y la utiliza continuamente. Hoy día el mayor ejemplo a nivel mundial es el calentamiento global, una burda mentira presentada en medio de un brutal estado de miedo. En nuestro país la herramienta es empleada para acusarnos de todo lo malo que ocurre en las carreteras, faltaría más.

La medida estrella del gobierno el pasado verano fue la implantación del carné por puntos, soberana engañifa destinada a aumentar el control social. Se las prometían muy felices los responsables del tema cuando al principio los accidentes disminuyeron en comparación con el año anterior aunque nunca se demostró que aquella fuera la causa (ojo, no lo niego, simplemente digo que se asumió como cierta una afirmación de correlación sin demostrar nada). Apenas ha pasado un año y el efecto parece haberse diluído como un azucarillo. Ya nadie saca pecho por el carné y optan por lo de siempre: asustar a la población y quitarse responsabilidades de encima.

El carné por puntos ha fracasado pero no así la pata de apoyo fundamental del mismo, es decir, los radares. Éstos han funcionado, funcionan y funcionarán perfectamente. La razón de su efectividad es que favorecen las arcas del estado y para esto siempre hay medios. No veremos jamás falta de funcionarios en Hacienda pero sí enormes restricciones en Sanidad. Lo curioso de los radares es que siendo tan abiertamente impopulares a nadie se le ocurre protestar enérgicamente contra ellos en una nueva muestra de adormecimiento ciudadano en el regazo estatal. Y es lógico que sean rechazados mayoritariamente pues su finalidad es claramente recaudatoria, no evitan accidentes y en todo los casos perjudican la fluidez del tráfico. Dada su enorme coste la autoridad competente opta por situarlos en vías con gran cantidad de tráfico, es decir, en autovías principalmente. De esta forma se garantizan una segura renta en forma de multas abundantes. Sería de locos colocar un caro radar en una carretera comarcal pues así sería imposible amortizar al gasto. La cuestión ahora es ver si están bien puestos los radares en autovías de dos, tres y hasta cuatro carriles por sentido con un excelente pavimento y magnífica luminosidad. La respuesta es la misma que establecer el límite de velocidad en 120 km/h para este tipo de vías. Es absurdo situar en ese punto el límite cuando las condiciones de la carretera son como las he descrito y los coches son cada vez más seguros. La respuesta de la autoridad se basa en reducir al máximo las posibilidades de accidente ya que a 100 km/h habrá menos accidentes, y aún menos a 80 y así sucesivamente hasta llegar al punto de que si la gente no saliera con el coche no habría accidentes (miren cómo de nerviosos se ponen los responsable del tráfico cuando en invierno se colapsan a la mínima de cambio las carreteras por cuatro copos de nieve mientras la gente contra la voluntad del controlador público osa salir a la carretera). Esta lógica es la que emplea el estado cuando gestiona un servicio como las carreteras o la sanidad. En los hospitales ocurre lo mismo y para comprobarlo no hay más que observar lo ocurrido en el Hospital de Leganés. Lo que para una empresa es un cliente al que cuidar si quiere que otros sigan contratando sus servicios, para el estado es un gasto que reducir pues sus ingresos no dependerán del trato dado pero sí lo harán los gastos. De este modo para que el estado cumpla su objetivo de eliminar los accidentes (como si tal cosa pudiera lograrse) lo que hará no será mejorar el servicio como lo haría una empresa sino restringir el mismo.

Curiosa fue la reciente interesada filtración de la DGT a las televisiones de un conductor “pillado” a 223 km/h como ejemplo de criminal al volante (en todo caso sería un crimen sin víctima, es decir, no es un crimen). Lo que no se decía en la noticia pero que se podía apreciar sin demasiado esfuerzo es que el coche era un Ferrari, quizá el mejor deportivo del mundo, y la carretera una autovía sin circulación y aparentemente en las condiciones que antes mencionábamos. Pero analizar con rigurosidad una noticia no está al alcance de las mediocres televisiones de nuestro país, y es que podrían haber llegado a la conclusión de que los accidentes no están causados por súper deportivos circulando en carreteras en perfectas condiciones vacías de coches. Claro que esta táctica tampoco es nueva ya que la emplea el estado para justificar la ampliación de los servicios “sociales” (igualito que democracia popular a democracia) a toda la población. Merece la pena verlo un momento. La sanidad pública se fundamenta en el niño pobre de la montaña que requiere de diálisis (un tratamiento muy caro) y para atenderlo se monta un gigantesco sistema de sanidad pública (historia by Carlos Rodríguez Braun). Por tanto vemos que no es nuevo el método de emplear el marginal para justificar un mastodóntico modelo estatal.

Lo que sea menos hablar sobre el penoso estado de las carreteras en las cuales se produce la inmensa mayoría de los accidentes. Se conoce la existencia de puntos negros pero nadie hace nada por arreglarlos y esto tiene su explicación en la economía de lo que se ve y lo que no se ve como diría Hazlitt. Un político gana votos realizando grandes carreteras por las que circula mucha gente. En cambio no se ven los muertos por accidente en las carreteras en mal estado que se hubieran podido evitar de desplazar el gasto a solucionar los puntos negros, pero claro por esas vías circula poca gente y los muertos por accidente de tráfico ya no están aquí para protestar. Si la carretera en mal estado fuera privada no habría clientes que quisieran pagar por un mal servicio por lo que el propietario se vería compelido a arreglar la vía si quiere obtener beneficios, cosa que no ocurre cuando la gestión es pública ya que los ingresos del estado no dependen de cuánta gente opte por utilizar esa carretera sino de los impuestos que son obligatorios. En todo caso la pervivencia de un político en el puesto depende de una foto ante una nueva autovía, no de una carretera secundaria con escaso tráfico.

Personalmente creo que lo más desastroso de esta situación es el lema de otra campaña de la DGT que decía No podemos conducir por ti. Ante nosotros tenemos el núcleo de todos los problemas y que a lo largo de estas líneas hemos ido viendo y que no es otro que el anhelo de control social que decíamos. Aznar fue ridiculizado por la progresía al servicio del estado por quejarse en tono liberal preguntándose quién les había dicho a ellos (la DGT) que quería que condujesen por él. Se trata sin duda de una de las manifestaciones más abiertamente liberales del ex presidente pero que desafortunadamente no fueron comprendidas por la izquierda, particularmente por el profeta Gabilondo que despotricó contra Aznar de forma deplorable. Mal, muy mal estamos si unas declaraciones tan coherentes con la Libertad son ridiculizadas por tanta gente. Algo va muy mal, tanto que el Gran Hermano está más cerca de conducir por nosotros a la par que nos pone el cinturón bien apretado, no vaya a ser que algún día queramos huir de su “tierno” regazo orwelliano.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

El asunto del Ferrari ha sido uno de los más acabados ejemplos de idiocia de los media. El tipo va por una autopista vacía, lleva un auto para el que 223 o 224 km/h no son gran cosa, y no hace daño a nadie, ni amenaza a nadie con hacérselo. De inmediato es presentado como un delincuente, un indeseable que nos hará pupa. A lo mejor el tipo llegó a su casa tranquilamente y dió un beso a sus hijos.
La DGT es una mafia neurotizada porque las cosas no les salen como ellos desean. Pretenden ("No podemos conducir por tí") que terminemos por creernos unos peligrosos inútiles que nos ponemos en peligro unos a otros, y así nos lancemos al regazo de papá para que nos libre de nosotros mismos. Consiguen, además, desviar la mirada de la gente de las carreteras mal diseñadas y mal ejecutadas, de la señalización pésima y patógena...
Ahora han encontrado otra mina: llamarnos borrachos a todos. Y castigarnos por ello.

Stewie Griffin dijo...

"Un atasco de tráfico es una colisión entre la libre empresa y el socialismo. La libre empresa produce automóviles más rápido que el socialismo puede producir carreteras y capacidad circulatoria."
Andrew Galambos

Habria que añadir que la libre empresa produce automóviles más RÁPIDOS que el socialismo mejora las carreteras. Con mucho.

J.J.Mercado dijo...

Menos mal que el marcado viene arrasando...
Te acuerdas de cuando nos reímos viendo la última diapositiva de la excelente charla de Gonzalo Melián en el Mariana? Pues ya están llamando a la puerta...:
http://www.elsemanaldigital.com/arts/71507.asp?tt=

Anónimo dijo...

Acabo de terminar de leer el post, y me ha costado creerme que todo lo que dices es en serio. Al principio me reía porque creía que era un blog de humor, donde al que escribiera la entrada con más burradas le darían un gallifante, pero luego me he dado cuenta que no... (aunque tengo la mosca detrás de la oreja, me cuesta que alguien diga estas cosas totalmente en serio, te aseguro que me cuesta creer a alguien que aboliría la educación pública y que estudia en una universidad pública)
No sé, como puedes escribir una falacia tras otra y quedarte tan tranquilo, así que si me permites me he decidido a analizar todas las barbaridades que sueltas:

Aunque sea un poco off topic, la primera perla no puede pasar desapercibida "Hoy día el mayor ejemplo a nivel mundial es el calentamiento global, una burda mentira presentada en medio de un brutal estado de miedo." Me gustaría que me dijeras en qué estudios te basas para hacer tal afirmación (si es que los hay), estaré encantado de analizarlos y de discutirlo si quieres. (Espero que no me vengas con el documental "El gran engaño del calentamiento Global", aunque una vez ojeado el blog, me da que va a ser lo que me vas a citar). Prosigamos, que para eso estamos aquí...

"Lo curioso de los radares es que siendo tan abiertamente impopulares a nadie se le ocurre protestar enérgicamente contra ellos en una nueva muestra de adormecimiento ciudadano en el regazo estatal. Y es lógico que sean rechazados mayoritariamente pues su finalidad es claramente recaudatoria, no evitan accidentes y en todo los casos perjudican la fluidez del tráfico."

¿Estás seguro que su finalidad es racaudatoria? ¿entonces por qué antes de un radar podemos ver un panel informativo donde se nos dice que a continuación tenemos un control de velocidad? ¿o por qué entonces la dgt publica en su web donde se encuentran esos radares? Me da, que si quisieran sacar más dinero no nos avisarían del lugar exacto del radar...

"Es absurdo situar en ese punto el límite cuando las condiciones de la carretera son como las he descrito y los coches son cada vez más seguros."

¿Eres experto en seguridad vial? ¿cuál debería ser ese límite según tú? Me gustaría que me explicaras mejor este punto, para darte mi opinión.

"Curiosa fue la reciente interesada filtración de la DGT a las televisiones de un conductor “pillado” a 223 km/h como ejemplo de criminal al volante (en todo caso sería un crimen sin víctima, es decir, no es un crimen)."

¿Deberíamos aplaudirle? ¿te parece bien que vaya a esa velocidad por una autovía? ¿te parece desproporcionada la sanción que le pusieron de 500€ de multa? ¿Cómo te refirirías a mí si fuera a 100 km/h por la autovía haciendo trompos? ¿me llamarías hijo de puta? Pues prefiero encontrarme por la carretera a un vehículo que vaya haciendo derrapes a 100 km/h antes que a uno que vaya a 220 km/h, al menos en caso de colisión, cabe la posibilidad de que lo cuente.

"Personalmente creo que lo más desastroso de esta situación es el lema de otra campaña de la DGT que decía No podemos conducir por ti. Ante nosotros tenemos el núcleo de todos los problemas y que a lo largo de estas líneas hemos ido viendo y que no es otro que el anhelo de control social que decíamos. Aznar fue ridiculizado por la progresía al servicio del estado por quejarse en tono liberal preguntándose quién les había dicho a ellos (la DGT) que quería que condujesen por él. Se trata sin duda de una de las manifestaciones más abiertamente liberales del ex presidente pero que desafortunadamente no fueron comprendidas por la izquierda, particularmente por el profeta Gabilondo que despotricó contra Aznar de forma deplorable."

Qué raro, no sé porqué no me extraña esta alusión a ansar, tenías toda la pinta de ser un fanboy de ansar y de tus amigos los libeggales ... Para tú información, el lío que se montó por las declaraciones de Aznar no vienen porque dijera lo de "Quien te ha dicho que yo quiera que tu conduzcas por mí", que incluso yo podría estar de acuerdo con él. No es ese el problema, querido consumidor de eslóganes Losantianos. El revuelo que se armó venía de una frase dicha un poco antes y escondida por todos los artículos al respecto de LD y todos los comentarios de los Losantos y demás libeggales. La frase en cuestión fue "A MI NO ME GUSTA QUE ME DIGAN NO PUEDE IR USTED A MÁS DE TANTA VELOCIDAD" "QUIEN TE HA DICHO A TÍ LAS COPAS DE VINO QUE TENGO O NO TENGO QUE BEBER, DEJAME QUE LAS BEBA TRANQUILO MIENTRAS NO HAGA DAÑO A LOS DEMÁS" Como podrás comprobarlo en el video http://www.youtube.com/watch?v=P1MSZaYWhMw Así que deja de leer la editorial de Libertad Digital y hacerte el listillo, porque está claro que no te has enterado de la mitad.

Esperando sus respuestas, un saludo.

Anónimo dijo...

En Alemania las autobahn no tienen límite de velocidad. Y la siniestralidad es igual que la de nuestro país o un poco más baja si no recuerdo mal.

¿Inexplicable? No. Sencillamente tienen buenas carreteras e impecables trazados. En cambio tienen sistemas de multa por no respetar la distancia de seguridad, cosa de la que en España se adolece bastante. Y también conducen alemanes con dos dedos de frente y no alelados como el marinero.

Anónimo dijo...

Hola Ed, campeón, ¿cuántos años tienes? Me da que no muchos, porque si no sabrías que las cosas se discuten dando argumentos, y no menospresciando sin ni siquiera rebatir uno solo de mis argumentos. Si pudiera ser me gustaría que rebatieras los puntos en los que no estás de acuerdo de mi anterior comentario, tal como hice yo con Alberto d.justo, y luego si quieres continuamos hablando. Aunque visto lo visto, no confío mucho en tu capacidad de crítica.

Anónimo dijo...

''En Alemania las autobahn no tienen límite de velocidad. Y la siniestralidad es igual que la de nuestro país o un poco más baja si no recuerdo mal.''
No se a ti marinero pero a mi eso me parece un argumento................

Anónimo dijo...

En primer lugar, shedreamsinred me sigues sin rebatir todo lo que le he dicho a alberto d.justo, me gustaría que me dijeras si hay algo de lo que dije en el comentario 5 en que no estés de acuerdo, de lo contrario pensaré que tengo razón y que todo lo que dice alberto d.justo no dejan de ser falacias.
Ahora aparte, no sé a que viene sacar el tema de las Autobahn de Alemania, pero ya que lo mencionas, hablemos. ¿Te parece bien que sea el gobierno el que imponga una sanción por infringir la distancia de seguridad? Porque de ser así, también estás en contra de lo que dice Alberto, ya que te acusarán de cometer un crimen sin haber hecho "nada" ---> "Curiosa fue la reciente interesada filtración de la DGT a las televisiones de un conductor “pillado” a 223 km/h como ejemplo de criminal al volante (en todo caso sería un crimen sin víctima, es decir, no es un crimen)." No puedes estar de acuerdo con que se vigile la distancia de seguridad y no la velocidad, es incongruente. Me gustaría que me explicaras porqué estás a favor de que se vigile una cosa y la otra no - si puedes-.
Y aunque hay tramos en las autobahn que no tienen límite de velocidad, deberías saber que sin embargo cerca del 50% de la longitud total está, sin embargo, conforme a las limitaciones locales y/o condicionales), por eso la recomendación oficial es no sobrepasar de 130 kilómetros por hora.
Y de hecho una gran parte de la población alemana está a favor de que se ponga una velocidad máxima en las carreteras ----> http://www.motorpasion.com/2007/03/20-quieren-los-alemanes-limites-de-velocidad-en-sus-autopistas