EN VENEZUELA SÍ QUE SE EDUCA A LA CIUDADANÍA

Que Venezuela es un país serio podríamos aquíandar probándolo días y días. Y no es plan. Lo mismo sobre su presidente, elegido democráticamente de manera impecable por un pueblo sabio y próspero. Además, por si no fuera poco, es un país que no se conforma, que se ancamina siempre hacia el plus ultra, al más allá todavía. Por eso, el iluminado presidente no está aún contento del todo con lo que dan de sí las cabezas pensantes de su corralito y ha decidido, por el bien común, meterle mano a la educación para exprimir los cerebritos patrios que el día de mañana habrán de hacerse con las riendas del país.

Para ello se ha acordado a buen seguro de su amiguito español Pepe Luis Rodríguez -amigo a su vez del ínclito José Pepe Bono- y del modelo que a punto está de echarse a andar en todas las aulas del estado: la Educación para la Ciudadanía. Claro que los españoles, ya se sabe, mucha fiesta, mucha risa pero de ponerse en serio en el currelo poco, así que cogiéndolo de modelo, han sabido encontrar el verdadero método para "la construcción de la nueva conciencia socialista venezolana y la formación de las nuevas generaciones".

Así, urge que, como ha dicho Hugo, "todas las escuelas, públicas y privadas, deberán permitir el ingreso de inspectores del gobierno y someterse al sistema educativo bolivariano. El que no quiera, bueno va a tener que cerrar su escuela y el Estado se hará responsable de la educación de los niños". Y ya está, señores, que si uno es presi lo es para todo. Lo que desde luego no era de recibo era que los sistemas educativos venezolanos anteriores tenían su propia ideología, con una visión "eurocéntrica y colonial". "Nos enseñaban a admirar a Cristóbal Colón y a Supermán". Válgame Dios... Y siguió el presidente diciendo que que la educación basada en la ideología capitalista ha destruido los "valores de los muchachos" porque "la antigua educación promovía el consumismo, el desprecio a los demás", y también "era represiva", afirmó al relatar que a su padre, que era "zurdo y le obligaron en la escuela a aprender a escribir con la derecha". Pues claro que sí. Y por eso se hace justo y necesario que se obligue a los alumnos, tal y como ya ha aparecido en un un extracto del nuevo curso de la Escuela Latinoamericana de Medicina, a leer El Capital de Karl Marx, discursos de Fidel Castro, estudio de "pensadores políticos latinoamericanos", como el jefe de las FARC, Manuel Marulanda, y las bases ideológicas de la nueva revolución bolivariana.

Esto es un país y un presidente. Que aprendan los de aquí, carajo, que se nos están amariconando...