Jordi Sevilla es imbécil. Son muchas los méritos que ha hecho el tipo para ganarse la calificación, pero es tal su afán por afianzarse en el cargo (el de imbécil oficial, digo) que a las preguntas acerca del viaje privado a costa del dinero público (¿?) de su jefe y sacrosanto caudillito no se le ha ocurrido otra cosa que poner cara de alelao y afirmar solemnemente que Zapatero tiene un tratamiento "distinto al del resto de los mortales".
La cosa es que como a imbécil no le gana nadie (recuerden sus famosas "dos tardes" de Economía con ZP) resulta que, sin quererlo, ha dicho una verdad como un templo: Zapatero recibe un tratamiento distinto al del resto de los mortales. Zapatero, y el resto de los chupasangres que conforman esa maquinaria grasienta y aplastante que ha venido en llamarse Estado.
Ay, que bien nos iría a todos si la tan manida igualdad se aplicase realmente a la hora de aplicarse la Ley... A ver cómo robaban, extorsionaban, violentaban o forzaban entonces. A ver cómo, por ejemplo, iba a salir como si nada un tipejo que se autodesigna y se autopotesta para negociar la aplicación de la Ley con un grupo terrorista...
4 comentarios:
Solo con verle la cara...
Pues éste es de los más listos.
El mejor es el tarado
Lo de Blanco es caso aparte. Ese juega en la Liga de Campeones... Lo dejo para otro día.
Yo creo que Jordi Sevilla es de los pocos que se salvan en el gabinete de Zapatero. ¿Qué me dices de Morán, digo de Moratinos? ¿y de la Truquillo?
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