miércoles, julio 26, 2006

LA IZQUIERDA Y EL CENTRALISMO

Ví el otro día a Felipe González declararse abiertamente "nacionalista español" y denunciar los desmanes de la política territorial que últimamente caracterizan nuestra calamitosa vida nacional.
Es curioso siempre ver las cosas que se dicen desde la izquierda. Francamente, si no fuese por los resultados que inmediatamente provoca (especialmente, los millones y millones de muertos que tiene en la mochila -el Sr González, por cierto, puso en ello su granito de arena-) sería francamente divertido ponerse a ver las contradicciones en las que caen de continuo y el cinismo descarado con el que nos venden la moto.
Si hoy el racismo, la xenofobia o el clasismo está indentificados con la derechona rancia, no está de más recordar a esta gentecilla que la moda la impusieron ellos, y ellos son sus principales promotores (José Carlos Rodríguez escribe hoy sobre esto). Y lo mismo pasa con la cuestión nacional, y con la violencia, y con la contaminación, y con la pobreza, y con la intransigencia...
Perfectamente podemos encontrar a lo largo del día a cualquier monstruito, camiseta de Mao en ristre, clamando por la causa nacinalista-socialista y tachando de centralista a cualquiera que ose pronunciar la voz España.
Bueno, pues ahí va un texto del señorito Mao, precisamente, acerca de la democracia, el centralismo y la libertad. Sí, Mao. No ha sido Ynestrillas ni nigún jerifalte de ese régimen socialista que hoy tanto se empeñan en memoriar el que ha dicho lo escrito, no. Podría haber sido perfectamente, que no en vano coinciden los extremos en su afán por destruir la libertad, pero ho ha sido él esta vez. Que ustedes lo aprovechen:

"En el seno del pueblo, la democracia es correlativa al centralismo, y la libertad, a la disciplina. En ambos casos se trata de dos aspectos opuestos de un todo único, contradictorios y a la vez unidos; no debemos destacar unilateralmente uno de ellos, negando el otro. En el seno del pueblo, no se puede prescindir de la libertad, ni tampoco de la disciplina; no se puede prescindir de la democracia, ni tampoco del centralismo. Esta unidad de democracia y centralismo, y de libertad y disciplina, constituye nuestro centralismo democrático. Bajo este sistema, el pueblo disfruta de amplia democracia y libertad, pero al mismo tiempo debe mantenerse dentro de los límites de la disciplina socialista".
Sobre el tratamiento correcto de las contradicciones en el seno del pueblo(27 de febrero de 1957)[Obras Escogidas, t. V].

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ni el propio González lo hubiese expresado mejor!!