miércoles, febrero 07, 2007

El "derecho" a la vivienda conduce a la pobreza

El fundamento de la sociedad occidental, el motivo de su enorme desarrollo ha sido sin lugar a dudas el respeto a los pilares fundamentales que la sostienen. Nos estamos refiriendo evidentemente al derecho a la vida, a la libertad y a la propiedad. El primero de ellos afortunadamente no plantea problemas en nuestra sociedad, ya pasó la época de los totalitarismos en Occidente pero desgraciadamente no hemos derrotado su esencia. La socialdemocracia, escudo ideológico de un macro estado sumamente intervencionista sigue en pié. A pesar de que viene dando peligrosos tumbos desde hace años (Alemania, líder europeo, ha pasado por años recesivos y en la actualidad su crecimiento es escuálido) la vanguardia intelectual del movimiento no descansa aunque el monstruo nos aplaste a todos.
Vivimos tiempos de corrupción del lenguaje, se le llama derecho a lo que no es más que latrocinio. Los derechos de los ciudadanos son negativos, es decir, un individuo tiene derecho a que no le quiten la vida, a que no le quiten la libertad y a que no le quiten su propiedad. Pero los mal llamados derechos sociales son un puro eufemismo para esconder la coacción y el robo. Nadie tiene derecho a obligar a otro a trabajar para él en aras de no se qué derecho. Eso, en mi pueblo, es esclavismo; bajo la órbita del estado del “bienestar” es un derecho social.
La propiedad privada es fundamental para el desarrollo de una sociedad, sin ella ningún individuo tendría incentivos a actuar (y aunque quisiera no podría), porque no obtendría los beneficios de sus acciones, con lo que llegaríamos a la parálisis del individuo y por ende de la sociedad, que dejaría de serlo para convertirse en una maraña de seres incapaces de ser lo que son, seres humanos que interactúan. La propiedad es la institución que articula la vida en sociedad a través del Derecho, pero si por alguna razón el corpus jurídico deja de defender la propiedad la sociedad estará abocada a las penumbras socialistas irremediablemente.

En Cataluña (donde gobierna una coalición social comunista, no lo olvidemos), en un alarde de progresismo barato, se ha propuesto legalizar la ocupación, u okupación, como dicen los jóvenes progres. Una acción como es la de ocupar la propiedad privada debería estar prohibida en todo ordenamiento jurídico que se precie, salvo en Cataluña donde el progrerío campa a sus anchas. Nadie piensa que se pueda despenalizar matar a un mendigo porque no rinda socialmente, en cambio se quiere despenalizar la ocupación de la propiedad privada que no esté en uso. Y no sólo eso, la inseguridad jurídica que plantearía sería descomunal porque nadie estaría seguro de si tiene derecho a gozar como le venga en gana de su propiedad porque en cualquier momento un okupa podría juzgar que el le daría mejor uso “social”.
La propiedad sirve para lo que el dueño quiera, ni más ni menos. Si alguien trabaja para pagar una casa vacía porque le apetece, qué derecho tiene el legislador a decirle dónde debe guiar su sueldo. Ninguno. Acaso sería más lícito que se lo gastara en comprar diez coches. No, porque debe dar igual lo que cada uno hace con el fruto de su esfuerzo.Lo que viene a demostrar esto es la enorme arrogancia de los poderes públicos. Creyeron que podían dar viviendas a todos al igual que hacen con la educación o la sanidad (con pésimos resultados, lógicamente) pero la realidad les ha quitado el sueño, ante lo cual han optado por el camino fácil: quitar a unos y dárselo a otros. Siguen los socialistas sin darse cuenta que la riqueza no es fija sino que se crea y se destruye. El problema no es redistribuir la que existe sino crear más. Desgraciadamente, ataques como este a la propiedad privada destruyen nuestra riqueza y nos acercan un poco más al paraíso socialista de todos iguales en la pobreza.

2 comentarios:

Alvaro dijo...

Pero hombre,¿cómo va a ser más lícito gastarte el dineor en comprar 10 coches? ¿Tú sabes lo que estarías contribuyendo al calentamiento global? Todos los progres se te echarían encima. Sin tener en cuenta que, como tendrías 9 de ellos aparcados, cualquiera podría robartelso para darles mejor uso social.

Anónimo dijo...

No sé en qué emplean sus despachos y dietas; simplemente se trata de incentivar al arrendador y maximizar su seguridad jurídica en vez de confiscar la propiedad privada.

En fin...