viernes, julio 13, 2007

Nueva hazaña de la sanidad pública

Esta historia, que imagino ya conoceréis, me ha puesto los pelos de punta. Hacía tiempo que no veía tanta inhumanidad junta y para sorpresa de alguno no se trata de un servicio privado sino PÚBLICO de sanidad, en este caso el de Madrid. La noticia es escalofriante y se la dedico al protocomunista de Michael Moore para que en su próxima basura propagandística le dedique unos minutos al hijo muerto de Dolores Murillo y sus padres. Con lo honrado que es Moore no dudo de que lo hará cuando ruede la segunda parte de su último esputo. (Vía El Mundo)

Una embarazada con su bebé muerto ha tenido que esperar atención durante casi 30 horas en las salas de espera de dos hospitales madrileños y escuchar cómo los médicos le decían que su problema no era "un asunto vital".
Este hecho dejó a Loli Murillo y a su marido, Miguel Ángel Pascual, "hundidos", ya que a la dura pérdida de un hijo se une un tratamiento en los centros sanitarios que no conocían.
Miguel Ángel no esperaba que su rechazo a que expulsaran el bebé del cuerpo de su mujer utilizando un fármaco experimental y su deseo de contar con una segunda opinión, se iba a convertir en un peregrinar por las salas de espera de los centros hospitalarios Príncipe de Asturias de Alcalá de Henares y Hospital La Paz de Madrid.
De este modo, allí donde esperaba encontrar soluciones para aliviar el problema que padecía su mujer, tan sólo encontró ausencias o declaraciones tan "vergonzantes" como la de la directora médica del Hospital de La Paz, Aurora Fernández, quien consideró que no era "un asunto tan vital llevar un bebé muerto de una sala de espera en otra sin saber ni siquiera si le estaba matando a la madre". "Ahora Loli está hundida", ha explicado su marido, quien ha recalcado que sólo las personas que son padres pueden comprender lo que es "perder un bebé". "Te estaba dando pataditas unas semanas atrás en el vientre, porque tenía seis meses, y de repente ya no tiene pulso; se te hunden las ilusiones, es terrible", ha lamentado.
Una vez que el estado de salud de su esposa mejore, Miguel Ángel tiene previsto iniciar "trámites legales" y posiblemente comience una huelga de hambre hasta que "las personas políticas que han producido esto dimitan y dejen sitio a gente que tenga más corazón". "No me gustaría que nadie pasase esta experiencia, por eso haré todo lo que esté en mis medios para denunciar", ha señalado.
En su opinión, todo esto cambiaría si "en vez de políticos sin corazón, ambiciosos, ávidos de comisiones y de negocios" la Sanidad estuviera dirigida por gente "que tiene una sensibilidad a estas cosas y buenos profesionales, que los hay". "Máquinas, dinero, comisión y construcciones todo lo que sea pero luego atención ninguna porque cómo se explica si no que me digan no hay ninguna cama en toda la Comunidad de Madrid para mi mujer", ha criticado.
El bebé ya estaba muerto
Miguel Ángel ha explicado que tras hacerse una revisión en el hospital complutense, los médicos le derivaron a urgencias, ya que "no había pulso en el vientre", con la esperanza de que aún hubiera una posibilidad de salvarlo. Sin embargo, el bebé había fallecido y la única solución era "expulsarlo", para lo que les recomendaron "un tratamiento con una droga experimental".
La pareja rechazó este tratamiento ya que consideró que no se les estaba informando "en condiciones" y, dado que no les ofrecían una alternativa, decidió buscar una segunda opinión que les ofreciese otra alternativa. Para ello, solicitaron ayuda al centro alcalaíno para ponerse en contacto con el Hospital de La Paz en Madrid.
"Pensamos que allí iban a mejorar las cosas pero fue peor todavía", aseguró Miguel. Permanecieron hasta tres o cuatro horas en las salas de espera del centro madrileño pero "ningún doctor la miró siquiera". Desesperado, rogó a los responsables de urgencias del centro que, "por lo menos", alguien atendiera a su mujer, aunque luego la derivaran a otro hospital si no había camas.
Sin embargo, siguieron sin recibir "ninguna atención" de los profesionales del centro hasta que, finalmente, desde el departamento de Atención al Paciente les confirmaron que en La Paz no iba ser atendida y le remitieron de vuelta al Hospital Príncipe de Asturias.
El SERMAS afirma que la atención ha sido correcta
Desde el Hospital de La Paz, se señala que la mujer recibió un trato correcto en dicho centro y que se la derivó al hospital de referencia que le correspondía una vez que se verificó su estado. Por ello, han explicado que fue atendida posteriormente en el Príncipe de Asturias de Alcalá de Henares.
Por su parte, un portavoz del Servicio Madrileño de Salud (SERMAS) ha asegurado que dicha paciente recibió una atención correcta y adecuada en todo momento en ambos centros hospitalarios.
Además, ha confirmado que actualmente se encuentra perfectamente y hospitalizada en el primer centro donde fue atendida, el Príncipe de Asturias de Alcalá de Henares, como le corresponde por zona de residencia y siguiendo la prescripción médica indicada.
Ayer escuche a Dolores Murillo contar la historia y es si cabe aún más terrible. Me quedo con un médico del Príncipe de Asturias que les espetó "vosotros pedísteis el alta voluntaria" para justificar la pasiva actitud del servicio de salud madrileño. Pues eso, que ojalá Michael Moore conozca a este tipo y lo convierta en el protagonista de su nuevo documental.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Obviamente en la sanidad privada ni siquiera la habrian dejado entrar por la puerta sin pagar antes.

Ya para que la sanidad privada no te crucifique tienes que demostrar que estas sanisimo, todo un contrasentido, y que no vas a necesitar sus servicios en bastante tiempo.

Y por supuesto, intentar daros de alta en un seguro privado estando embarazadas: ¡todo son facilidades!

La sanidad publica tiene fallos, y saturacion, causada en parte por medicos jetas que derivan y usan sus recursos para etender a pacientes de la privada, pero es universal y gratuita.

alberto.djusto dijo...

jClaro, anónimo, claro. Y si se les cuela la despellejan, sí, sí, por supuesto anónimo.

Lo que no se puede es juzgar un futuro sistema de sanidad enteramente privado con los parámetros de la situación actual donde existe un sistema privado que tiene que competir con alguien que ofrece el servicio gratis.
Hay que ser más honrados intelectualmente y para ello nada mejor que escoger aquellos productos y servicios que hoy en día son producidos por el sector privado de forma libre, o al menos lo más libre posible, como por ejemplo, el alimento, la ropa o los coches. En estos el estado no se mete y, oh, casualidad, hay abundancia y calidad para todos los gustos.
Personalmente me gustaría que la sanidad fuera como la alimentación, esto es, sin racionamiento en forma de listas de espera que producen cosas como la que le ha ocurrido a Dolores Murillo.

Ah, y si hablas de EEUU, deberías preguntarte por Medicare y Medicaid y por el brutal gasto de las compañías privadas en diagnósticos carísimos. Allí piensan que es mejor prevenir que curar, justo al contrario que aquí. Además, no existe comparación entre lo que se gastan allí y lo que gastamos aquí. Otro dato que deberías estudair es el origen de los seguros de salud en la posguerra y su relación con el freno a los salarios qu quería imponer el gobierno americano. De aquella chapuza gubernamental, estos lodos. Siempre el gobierno interviniendo y luego culpando a los demás.

Pues eso, anónimo, que más información y menos doctrina socialista, que ya huele.

Anónimo dijo...

Sorprende a estas alturas que todavía haya gente que diga que la sanidad pública es gratuita.

J.J.Mercado dijo...

Gratuita y universal!!! Y se queda tan contento...

Anónimo dijo...

¡Gracias Esperanza Aguirre! Por dar esta excelente sanidad pública a todos los madrileños.

Anónimo dijo...

Estoy a favor de la sanidad privada, pero me parece poco honrado intelectualmente utilizar esta desgracia para enjuiciar al sistema público. Lo mismo me parece cuando se hace con el privado én EEUU con peliculas como John Q
Está bien difundir esta noticia para saber que estas cosas pasan en todos sitios y mostrar lo que es la sanidad pública en contraposición con lo que nos dicen que es. Pero creo en vez de juzgar al sistema por este caso, se debería hacerlo por otros muchos argumentos.

Saludos alberto y corleone

Anónimo dijo...

No, Alberto, no hablo de Estados Unidos, supongo que cada uno tenemos nuestras obsesiones, y la tuya parece ser que cualquiera que defienda una sanidad pública, por un lado ataca a los estados unidos, y por otro, es seguidor de ¿doctrinas socialistas?

Pues te has equivocado dos veces, me considero liberal, pero, igual que la mayoría de los liberales consideran que un estado mínimo debe garantizar la seguridad y la justicia, yo considero que debe garantizar la sanidad y la educación. Si por eso para ti soy un rojo peligroso, pues tu sabras.

Yo no tengo en contra del modelo de Estados Unidos, simplemente he contestado a un artículo que me ha perecido hipócrita.

Por cierto, que con la "finísima ironía" del primer párrafo de tu comment, no niegas que esa situación se pueda dar: que no atiendan una urgencia que un hospital adscrito a un seguro privado si no perteneces a él.