Una de cal y otra de arena. Los premios Príncipe de Asturias, que se habían cubierto de gloria concediendo un galardón al verdadero estúpido de Al Gore (quien no le tenga por tal, que se lo haga mirar, o que pase por aquí, que es más barato), parece que ha enmendado la conducta al premiar también a Bob Dylan.Por mi parte, no quería dejar pasar la oportunidad de hacer constar mi enhorabuena (seguro que me lee, el viejo Bob) además de, con la excusa, decorar este humilde blog con una pieza única, encontrada en la columna de HL de Manuel Gozalbo.
Suban sus altavoces y alucinen...
2 comentarios:
Siempre que pienso en Bob Dylan no puedo evitar recordar al fracasado de su hijo, Jacob Dylan. Al muy cenutrio tuve que escucharle una vez decir que él no quería "aprovecharse del nombre de su padre", en el sentido de aprovechar su fama para su propia carrera discográfica. Lo paradójico del asunto es que Dylan es sólo el nombre artístico de su padre, por lo que él no se llama así por nacimiento, sino por elección de marketing, obviamente.
Sir Arthur, aquí neoclassique. El @ que más miro es mariablancogonzalez@gmail.com... a ver esas fotos!! No me falléis este viernes que viene un grande... minarquista... Pedro Schwartz. Igual os podéis currar al personaje para hacerle una entrevista, que no en vano es el mentor de Espe ;)
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