Leo que el otro día Losantos se acercó hasta la 7ª planta de Génova para visitar a Rajoy en su despacho. Ante esto, dos consideraciones:- Si yo fuera Losantos habría tratado de hacerlo en un lugar neutral, aunque sólo sea por no caer en la indignidad de visitar al politicastro en su propio despacho.
- Y si yo fuera Rajoy desde luego habría tratado de ser más discreto. Que luego no le extrañe si Gabilondo le pregunta sobre quién manda en el PP. A mi juicio, motivos sobran para ponerlo en duda.
En cualquier caso, y sin saber el motivo real de la visita, no tengo por más que decir que me producen cierto asquito estos encuentros entre la política y el periodismo. Cuenta Losantos que se ha pasado la vida criticando el poder estuviese en las manos que estuviese. Bueno, pues que siga en las mismas y se deje de citas clandestinas.
6 comentarios:
"Y con respecto a Federico, no entiendo que hace ahí!!! Seguramente, que le dio un curso intensivo de ataque al gobierno y eso lo veo bien!!"
Es curioso que lo sospechoso de este encuentro es que un periodista vaya a ver a un político y se ataca al político (politicastro le llaman) y se salve al periodista.
Este FJL es tan caradura como los de PRISA, y quiere, como buen ex comunista, emplear los métodos de la izquierda para controlar al PP desde la COPE.
Espero que Rajoy le haya puesto en su sitio.
José Luis.
José Luis, ¿de verdad te crees que Rajoy se ha atrevido a levantarle la voz lo más mínimo? Vamos, hombre...
claro, el político cobra de todos nosotros, pero el periodista se pasa la vida dando lecciones y criticando lo mismo por otros lares. Debería ser un poco coherente y consecuente con sus ideas (al menos con las que cuenta desde su tribuna)
Quien manda en el PP?
ZP, ZP marca la agenta a una oposicion alelada y en babia, con una politica de comunicacion que da verguenza.
Alucinando ando, framling, de que tengas que decir algo tan sencillo.
Del "anonimo" no puedo esperar otra cosa. Pubrisonet.
A mí me parece que el giro prepotente de Federico lo causa la soberbia del dinero.
Saint-seducing gold, que dicen algunos.
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