
Pues bien, si así fuere, sepan los interesados que aquí les doy una idea con la que a buen seguro triunfarán en su propósito de hacer feliz a su líder de cabecera. Si además el interesado en cuestión es de cierto postín -sólo pensar que gente así pueda pasar y leer esto me emociono- puede que incluso consiga alguna prebenda en forma de subvención o terrenito o recalificación... quién sabe... puestos a imaginar puede que practicando con este regalito, hasta nos ahorremos el año que viene algún que otro pequeño error sin importancia... quién sabe... o lo mismo de tanto jugar se hartan y no vuelven a intentarlo, llegando a hacer realidad ese sueño inalcanzable ahora...
En fin, que el regalo propuesto es este divertido juego con el que aprender planificar ciudades. Anímense y cómprenlo.
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