Va un tipo, un pirado filonazi de los que quedan por las Alemanias y se le ocurre hacer la gracia enseñando a su perro Adolf a saludar como lo haría su homónimo. Lo peor de la historia es que el estado alemán copia las técnicas totalitarias que pretende eliminar y se lleva por delante al dueño del chucho. A esto lleva la corrección política, a la demencia cuasi totalitaria.
Iba a decir que ya es el colmo pero no, me lo reservo para otra más gorda o más estúpida, o las dos a la vez.
Iba a decir que ya es el colmo pero no, me lo reservo para otra más gorda o más estúpida, o las dos a la vez.
2 comentarios:
Se que va con doble sentido, pero solo apuntar por terceras personas que lean tú post que los perros no tienen derecho a libertad de expresión alguna.
Feliz Navidad y que en el año 2008 se hagan realidad todos sus deseos
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