viernes, junio 23, 2006

GALLARDÓN: LA CALLE ES MÍA

A veces basta una frase para definir a una persona o un personaje, para clavarles con alfileres cual mariposas clasificadas en los museos. Así por ejemplo, no cabe ninguna duda de que la frase que sirve para definir a Alberto Ruiz Gallardón no es otra que aquella de "la calle es mía".
Después de hacer y deshacer Madrid como si del jardín de su casa se tratase, la última del amigo consiste en prohibir todos los anuncios luminosos de la capital. Así, como suena. Por su puro capricho.
De esta manera, deberán ser retirados más de 10.000 carteles, cruces de farmacias incluidas, en base a que a Gallardón le asusta que Madrid se convierta en un "escaparate descontrolado, caótico y desordenado".
Pero, ¿quién se ha creído este tipejo que es? ¿habráse visto mayor prepotencia con tan alto descaro? ¿cuánto nos queda para que decida establecer cartillas de racionamiento en pos de que no nos convirtamos en unos consumidores descontrolados, caóticos y desordenados? ¿se le ocurrirá un buen día sancionar el incumplimiento de sus antojos con trabajos forzados obligándonos a cavar en la M-30?¿realmente a alguien le parecen estas cosas exageraciones? ¿nadie cree que el PP debiera tomar postura ante tamaño escándalo? ¿o deberá admitir siquiera tácitamente que es un partido en el que caben posturas abiertamente comunistas o fascistas (socialistas, vaya)?

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo de Gallardón es impresentable. Y encima está valorado como el mejor político!!! Increíble.

Anónimo dijo...

Gallardon odia lo privado que no controla o subyuga.
Esta iniciativa se enmarca en un momento en que la publicidad institucional es mas alta que nunca.
En UDE deberias analizar todas y cada una de las ordenanzas de Gallardon.Os sorprenderiais del grado de sovietizacion que sufrimos en Madrid con el PP.

Anónimo dijo...

No, si yo ya digo que la que está realmente buenísima es Esperanza Aguirre.
Saludos liberales

Anónimo dijo...

Pues a mí Gallardón me parece un impresentable, pero ya tú ves, en esto me parece que lleva razón.

Anónimo dijo...

Y si en esto lleva la razón, ¿por qué motivo es entonces impresentable?