jueves, noviembre 22, 2007

19 céntimos de liberalismo Real

Ya lo dije, nuestra monarquía es bastante liberal. Uno de los dos presupuestos para considerar como liberal nuestra monarquía era, aparte del poder efectivo como punto principal del análisis, el coste del asunto. Hoy el confidencial anuncia que nuestra Casa Real apenas cuesta 19 céntimos de euro (ACTUALIZADO: al año) a cada español. Desde luego sigue siendo un robo, por supuesto, pero yo prefiero que me quiten esos centimillos a los 4 euros de los italianos destinados a pagar la Presidencia de la República o a tener que soportar una verdadera ostentanción al estilo del rey sueco. No hay color.

15 comentarios:

Anónimo dijo...

¿que te has fumado?
redliberal no es lo que era, que verguenza.

Anónimo dijo...

Bueno, y algo más, porque en esos 19 cts sólo va incluido el presupuesto de la Casa Real. No hay que olvidar Seguridad, gastos de representación, viajes oficiales etc. etc. etc... Los 8 millones son una parte del total, eso sí, muy útil para presentar a la Corona como una institución austera.
Aun así, la veo barata.
Saludos!

Gaspar Duarte dijo...

19 céntimos. ¿Cada año? ¿Cada hora? ¿cada minuto? ¿cada segundo?

alberto.djusto dijo...

Hombre, al año, por supuesto. No lo digo en el post pero creía que se deducía del mismo. Además, en la noticia se dice en la primera línea.

Un saludo.

Stewie Griffin dijo...

Sigo sin entender que ganais defendiendo al Borbon, a parte de ganar mala fama entre los anarcoindividualistas.... Estas empleando argumentos utilitaristas (es más barato que otras formas de opresión...) y justificando un organo estatal sin ningun tipo de poder (ni de utilidad, ni para bien ni para mal). ¿Desde cuando es liberal apoyar la existencia a cargo de los ciudadanos de cosas inutiles?

Ciertamente el rey (obviando sus venas totalitarias y asuntos turbios sobre los que no se puede hablar) no es el mayor de los problemas a día de hoy.

Pero de ahi a hacerle el juego a la Monarquia....

saludos Berto

Agora, Anarquia, Acción

P.D: Creo no haber visto tú opinión en torno a la polemica sobre si Milton es socialista o no. ¿Que opinas? ¿Hacia que lado te queda la balanza?

alberto.djusto dijo...

Stewie, ganar lo que se dice ganar, poco, pero creo oportuno señalar ejemplos de opresión mínima y por ende susceptibles de considerarse liberales. En ningún modo estoy justificando nada, lo digo en el post (me sigue pareciendo un robo), sólo que me parece interesante abordar la monarquía que tenemos desde una óptica liberal. El camino hacia la libertad ha de pasar por fijarnos en figuras como nuestro rey, que ni pincha ni corta, antes que en la del Presidente del Gobierno, por ejemplo.

Verás, a mí me da igual la mala fama esa de la que hablas entre los ancap, yo tengo muy claro lo que pienso y creo que posts del estilo de este no menoscaban mi conocida opinión al respecto del estado.

Y no no has visto mi opinión al respeto porque no me he querido meter en jaleos que desde hace un tiempo creo completamente absurdos. De todas formas, ya que me has preguntado te contesto. Efectivamente Friedman era liberal y lo digo porque en su fuero interno él lo era. Que luego proclamase medidas un tanto discutibles se debe más a su deficiente formación económica que a su espíritu liberal, del que, repito, no dudo.

Anónimo dijo...

Stewie, francamente, el liberalismo, en todas sus variantes, no creo que case muy bien con el proselitismo y consejos de buenas costumbres para que la gente no se eche encima de los ancap.

Con respecto al tema: en España existe una tendencia en todos los partidos, a creerse los únicos con derecho a gobernar, pienso que el papel del Rey en ese caso es importante, ya que yo soy también de los que piensa,que un presidente de la República, con los políticos que tenemos, sería totalmente nefasto para los intereses de los españoles. Apostaría por la confrontación constante y conseguir más poder para los suyos. Aún más.

Stewie Griffin dijo...

No me referia a eso, si no a la polemica sobre si el capitalismo libertario es autentico anarquismo o no. Si leen post como este defendiendo la monarquia va a ser más dificil convencer a algun anarcoindividualista (no ancap). Pero solo s mi opinión, por supuesto haz lo que quieras, no te queria imponer una suerte de "buenas costumbres ancaps", por favor...

Fernando A. Ramírez Martínez dijo...

Jó, y yo que pensaba que el artículo del Juan de marijuana sobre los valores liberales de la monarquía era lo más surrealista que iba a leer en Red Liberal.

Anónimo dijo...

Stewie, no entiendo la necesidad que pueda haber de convencer a nadie de nada. La evangelización para los religiosos. Alguien razonable, lee argumentos y decide, ¿no crees?. Es decir, que si el autor, alberto.djusto, da unos argumentos sobre porque la monarquía en España es, o puede ser mejor que otras alternativas presentes en otros países desde una óptica liberal, si se está en desacuerdo, pues nada más sencillo que refutar lo que se dice.

A mi la verdad es que no me gusta mucho eso de que se aconseje que haya que reprimir lo que uno piensa en pos de supuestos convencimientos, sea sobre el anarcocapitalismo o cualquier otra cosa. Mejor tener 2 liberales, que saben porque lo son, que 1000 liberales los cuales la mayoría se creen que lo son, porque dicen alguna barbaridad sobre ZP y correligionarios, lo cual tiende inevitablemente al sectarismo.

Piénsalo.

Stewie Griffin dijo...

Entonces ¿Los ministros sin cartera son el paradigma del liberalismo?

Stewie Griffin dijo...

O cualquier chiringuito estatal sin utilidad (más alla de encauzar el botin del expolio), como lo es la Monarquia española... ¡Como no tienen poder! ¡Además sale más barato (sera al estado, ya que los ciudadanos ya no poseen el dinero de los tributos) mantener agencias que no hagan nada que otras que pretendan intervenir!.

Sigo sin ver a donde conduce esa linea argumental.

Y no se trata de evangelizar, sino de mercadeo de las ideas. Como para cualquier otra cosa habra que hacerlas atractivas. ¿Sino de donde se supone que va a salir la "masa critica"? ¿De los monarquicos?

alberto.djusto dijo...

Stewie, no te empecines que no voy por ahi. Mi labor no es evangelizadora, y menos aqui. Repito, solo pretendo poner de manifiesto una cuestion que a mi se me anotoja liberal, que no ancap y sobre la que nadie ha reflexionado (o eso creo).

sarónico dijo...

CARTA ABIERTA DE UN CHARNEGO A UNOS CATALUFOS

Hace unos días, en un bar, oí cómo despotricaban tres de ustedes sobre muchos “charnegos” que habían venido a Cataluña porque en su país no tenían qué comer, y aquí se llenaron la barriga, y en vez de estar agradecidos se mostraban soberbios y descontentos. Como acababa de leer una encuesta entre escolares, en la que muchos de éstos no querían ser españoles porque sus maestros, ¡menudos maestros!, les decían que España era un país atrasado y pobre, sentí deseos de soltarles a ustedes unas cuantas verdades. Me contuvieron dos realidades: en primer lugar, la dificultad de que nos entendamos, porque manejamos conceptos básicos distintos; y en segundo lugar la violenta agresividad que manifiestan muchos de ustedes contra la libertad de expresión ajena, siendo en este caso, además, varios contra uno. Pero si no podría esperar el mínimo de entendimiento civilizado, sí puedo exponer algunos datos útiles para tantas personas a quienes ustedes se empeñan en embrollar con sus disparates.
Mis padres vinieron a finales de los años 50 de una aldea de Orense a Barcelona, donde yo he nacido. Nunca tuvieron la menor idea de estar trasladándose de un país a otro, sino de una región a otra de un mismo país, de una misma nación. Entre ellos hablaban corrientemente gallego, pero tampoco tuvieron el menor problema para entenderse con los catalanes en el idioma común español. Y siempre se sintieron en su casa en Cataluña, tal como los catalanes se sienten en su casa en Galicia, o en Canarias o en Andalucía, aunque algunos de ellos --los catalufos o nacionalistas-- pongan gestitos ridículos haciéndose los extraños o los superiores. Y yo, nacido aquí, no voy a tolerar que me hagan sentir extranjero o agradecido, a mí o a mis padres.
Mis padres vinieron aquí porque en aquel entonces había en Galicia menos trabajo (no hambre ni mucho menos), y su mejora económica se la han labrado con su sudor, no la deben a ninguna limosna, y menos de gente como ustedes. Por el contrario, de gente como ustedes recibieron algún que otro desaire al que han sabido contestar con dignidad o, simplemente, haciéndoles el caso que en general merecen, es decir, ninguno.
Hace ya largo tiempo que el nivel de ingresos per capita se ha igualado bastante en España, y, quitando algunos matices, en cualquier región se vive con desahogo y de manera muy parecida (ustedes sostienen que es gracias al dinero que el estado le quita Cataluña, tiene gracia su soberbia). Barcelona prosperó mucho, y con ella toda Cataluña, y el resto de España, por el carácter emprendedor y pionero de muchas de sus gentes (la célebre industria conservera gallega debe mucho a los empresarios catalanes, por decir algo) y también por la protección que se le otorgó desde Madrid y por el mercado del conjunto del país. Es decir, hubo una simbiosis entre la industria barcelonesa y el resto. Tanto deben otras regiones a Cataluña como a la inversa. Este hecho no borra otro menos agradable, y es que aquel proteccionismo excesivo desde Madrid frenó la competencia y dificultó la expansión industrial de otras regiones. Hasta que la abolición del Arancel Cambó --y Cambó era un nacionalista catalán--, a principios de los sesenta cambió el panorama y facilitó un gran avance en los niveles de producción y consumo de todo el país.
Yo distingo bien entre catalanes y catalufos, y entre Cataluña y Catalufia, y también constato la nefasta influencia de ustedes sobre los demás. Los catalufos –o nacionalistas, separatistas en el fondo --, no son los creadores de la riqueza catalana, sino los que han aprovechado esa riqueza, con mentalidad de nuevos ricos, para tratar de infundir al catalán de a pie una soberbia perfectamente idiota y un complejo de inferioridad a algunos venidos de otras regiones. Su técnica, la misma de los nazis, eficaz, pero miserable: el narcisismo por un lado (“somos superiores”, hoy no se atreven a decir que son una “raza superior”, como hacían antaño, pero se les entiende) y el victimismo por otro lado (“no podemos subir tanto como quisiéramos porque España o Castilla nos pone plomo en las alas y siempre nos está perjudicando”).
Tampoco han contribuido ustedes nada a las libertades de que todavía disfrutamos. En cambio nunca dejaron de parasitar la democracia con sus insidias, exigencias y rencores inútiles, con sus imposiciones chulescas, su bilis y sus ofensas contra sus compatriotas de otras regiones, unas veces agresivas, otras en plan hipócrita, sus pequeñas pero muy significativas violencias, sin descartar el terrorismo, con sus “diálogos”, como gustan llaman al compinchamiento con ETA, a ver qué nueces cosechan, y sobre todo con su incansable siembra de ese degradante victimismo y narcisismo del que hablaba.
Miren, catalufos: ustedes siempre han sido una plaga para Cataluña. Ustedes han contribuido mucho al resentimiento y las convulsiones del siglo XX. Unas veces se aliaban con los pistoleros anarquistas, otras se peleaban con ellos, pero siempre atacaban a las libertades. Ustedes atacaron el sistema liberal de la Restauración y ayudaron a destruirlo y a provocar la dictadura de Primo de Rivera, que tan bien acogida fue en Barcelona. Luego, ante la dictadura, ustedes no hicieron nada, quitando el irrisorio esperpento de Macià en Prats de Mollò. Pero su inhibición, vergonzosa para ustedes, fue una bendición para Cataluña, que prosperó como nunca antes. Después, durante la II República, ustedes se alzaron contra la legalidad, trataron de lanzar a los catalanes a una aventura criminal, a una guerra civil, y los catalanes les rechazaron aquel 6 de octubre de 1934. Y cuando la guerra en 1936, ustedes presidieron el peor período de crímenes y robos que haya vivido Cataluña en toda su historia, y traicionaron de paso a sus propios aliados anarquistas, comunistas y socialistas.
Llegó la dictadura de Franco, a la que ustedes, catalufos, contribuyeron con sus provocaciones, traiciones y manejos, y nuevamente les faltaron a ustedes arrestos para luchar, y nuevamente Cataluña prosperó, sobre todo cuando se eliminó el famoso Arancel, que parecía proteger la industria catalana y en realidad la estorbaba, como estorbaba la de toda España. Si quitamos algún que otro gesto testimonial, solo muy al final del franquismo se unieron ustedes… con los comunistas y terroristas, así de demócratas eran. ¡Verdaderamente, señores! Su historia sería una deshonra para Cataluña si ustedes de verdad la representasen, como pretenden.
Ustedes no paran en su reivindicación del idioma catalán, y me parece muy bien, menos por dos cosas: que llenan ustedes este idioma con una propaganda y una literatura ínfimas, muy mal favor le hacen a la lengua; y porque oponen el catalán al llamado castellano, que es en realidad el español común, que nos une a todos y nos permite comunicarnos con cientos de millones de personas más. El idioma que también han ido formando tantos catalanes desde hace siglos. El idioma en que se ha escrito la mayor parte de la literatura catalana, muy posiblemente la de más valor. Ustedes se quejaban con razón de la mutilación que suponía excluir el catalán de la vida oficial bajo el franquismo (aunque bien poco hicieron por resistirla), y ahora imitan ustedes al franquismo a la inversa y mutilan una parte fundamental de la cultura catalana, so pretexto de que el español común no es idioma “propio de Cataluña”.
No, ustedes no representen a Cataluña ni a los catalanes: son más bien un desastre para ellos. La historia de ustedes, al contrario que la de Cataluña, es estéril y vergonzosa, y su habilidad principal ha sido la siembra de vientos que han terminado ya varias veces en tempestades. Me gustaría que reflexionasen, pero no soy optimista: persistirán en sus provocaciones, falsedades y violencias. Pero deben saber también que encontrarán una resistencia creciente.
F. N. S., economista.

Gaspar Duarte dijo...

Gracias por la matización Alberto. Andaría algo espeso en ese momento, pero recuerdo que lo comenté con un amigo y me planteó la misma tanda de preguntas que yo he hecho. Siendo si ha sonado algo brusco. Mis disculpas.

Sobre el tema de la monarquía... hombre, yo veo dos interpretaciones, pero no le quito consideración a ninguna de ellas (ni tampoco dejan de ser verdad). En primer lugar es que, dentro de lo malo, tenemos algo posicionado en "lo menos malo". El segundo, que es el que esgrime Stewie, no es menos cierto. Hablar de cosas que carecen de verdadera utilidad o que son totalmente prescindibles, e intentar justificar cuál de todas ellas es menos perjudicial, tampoco deja de tener un horizonte más allá de lo anecdótico.

Al menos, yo tengo plenamente claro que, de tener que diseñar un modelo de ejecutivo, sería de un corte presidencialista estricto. Los floreros los coloco yo o mi vecino en nuestras respectivas casas, no en las instituciones. Y naturalmente, cada uno paga el suyo, ¡faltaría más!

Aunque, no dejaré de repetir algo que me recuerda a las palabras de Stewie. A día de hoy, con tanto treintaiunista suelto por la calle que clama al cielo la República cual panacea universal, no deja de ser menos cierto que, basándonos en tal simplez, el cambio de una monarquía a una República es puramente nominal. La reforma a plantear es mucho más profunda, y creo que la frase que mejor lo ilustra es: "No se trata realmente de quién te robe o cuál sea su legitimidad u origen, sino cómo lo hace, y qué medios dispone para hacerlo".

P.D. ¿El último post es spam puro y duro? ¡Juas!