Confieso que me encanta toda la movida que anda organizada en torno a unos versos que Sabina publicó detrás del tetámen de no sé qué fulana pidiendo al personal que dejara en la estacada al pobre Llamazares en pos del voto útil para Súper Zeta. Hay que frenar a Rajoy, no pasarán, y por ahí todo seguido en una retahíla guerracivilista que ya no viene a cuento, pero que en los papeles y las canciones sabinianas siguen quedando bien, pues que es donde debieran quedarse ya todas estas cosas para siempre, tan literarias y cargadas de polvo. Bueno, pues como de todo esto iba la cosa, don Gaspar ha debido recordar lo que pasó aquél entonces y se ha liado a balazos con su compañero de bando (claro que con compañeros así, el enemigo es un mierda: “al suelo, que vienen los nuestros”, que decía aquél) y lo ha hecho usando el mismo calibre, esto es, en forma de versos y a sílabas contadas, que es lo que a uno más le gusta, por lo que de homenaje a la gloriosa historia de nuestros coñones tiene.
Por eso, porque ya es hora de reavivar las buenas tradiciones, siquiera de manera fugaz y artificiosa, yo cojo y me alisto en la batalla y cargo y apunto y disparo con el arma reglamentaria, marca soneto de rapiña.
Llamaradas vomita Llamazares
barnizadas de verso y vaselina.
Con dirección a Tirso de Molina
trazó su pluma ripios malabares.
Por no quererle al pobre no le quiere
ni uno de los que más debiera amarle.
Et tu Brutus? El malo siempre muere
por más que tarde el bueno en atraparle.
Tan tricolor, tan falta de memoria,
tan justicia social, tan campesina,
tan siempre repetir la misma historia,
la Izquierda (des)Unida anda tan muerta
que hasta el bombín alegre de Sabina
aleja las narices de su puerta.
martes, enero 22, 2008
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2 comentarios:
Te quedó lindo. Hay que ver cómo responde Joaquín.
Muy bueno, maestro. Buena métrica.
Dejadlos que se "maten" entre ellos.
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