Como mañana vienen los Reyes Magos a casa, si no se les ha adelantado papá Noel, es de suponer que muchos de vosotros habéis estado consumiendo como locos en estos últimos días. Si así habéis obrado, a buen seguro lo habréis hecho a resguardo de la secta progre, esos que campan por las calles señalando a los idiotas manipulados por los malditos centros comerciales, envueltos en la espiral sin retorno de la sociedad de consumo. Y todo ello, dirán, mientras en el África los niños se mueren de hambre.
Bueno, pues el caso es que yo también he estado consumiendo estos días y, entre compra y compra, he dado con varios libros interesantes. Entre ellos, dos de Eduardo Punset, ese científico loco al que todo el mundo imita con la cosa “delllll áaaaaaatomo”. Entre otros detalles interesantísimos, cabe destacar, al hilo del discurso progre, el siguiente extracto de “El alma está en el cerebro”:
Hay algo fascinante en el mundo comercial. A menudo, los intelectuales analizan el consumo y sugieren que los consumidores están manipulados por nuestra sociedad capitalista. Sin embargo, Malcolm Gladwell parece sugerir que pudiera ser al revés… En realidad, no sería exactamente al revés, porque el consumidor ni opera estratégica y conscientemente, pero obliga a modificar la conducta del vendedor. Gladwell y otros investigadores se han dado cuenta de quela persona que dirige el comercio es el consumidor: la tienda en realidad intenta con gran humildad adaptarlo todo para que el consumidor consuma más a gusto: la disposición del mobiliario, los productos, la iluminación, los colores… todo se adapta a los sentimientos del consumidor. “En efecto, todo se reduce a reflexionar sobre los misteriosos procesos del pensamiento humano”, señala Gladwell. “Mucha gente está preocupada por la manipulación del público o de los consumidores y piensan que las personas estamos en manos de las empresas. Piensan así porque parten de la suposición de que la cognición humana es algo relativamente sencillo y que puede llegar a comprenderse. Por tanto, según ellos, puede manipularse bastante fácilmente. Lo que yo propongo es que la cognición humana es un proceso mucho más complejo de lo que pensábamos hasta ahora. Además, es ingenuo pensar que puede llegar una empresa, comprender lo que estamos pensando y manipularnos. Simplemente eso no es así. Somos bastante más complejos de lo que supone este modelo”.
Sobre todo, somos más complejos y misteriosos a causa del gran papel que desempeña el inconsciente en nuestra conducta. Según Gladwell, las personas atendemos más a nuestro inconsciente que a los intentos manipuladores de los otros.
Curioso, ¿verdad? Bueno, pues intentaré ir poniendo más píldoras con sabor liberal de los libros de Punset. En el otro libro que compré –“Adaptarse a la marea”- cabe destacar páginas enteras condenando la economía centralizada al hilo del comportamiento de los insectos.
Por si acaso no lo pongo – ah de la pereza, bendita sea- ya sabéis. ¡¡Consumid!!
Bueno, pues el caso es que yo también he estado consumiendo estos días y, entre compra y compra, he dado con varios libros interesantes. Entre ellos, dos de Eduardo Punset, ese científico loco al que todo el mundo imita con la cosa “delllll áaaaaaatomo”. Entre otros detalles interesantísimos, cabe destacar, al hilo del discurso progre, el siguiente extracto de “El alma está en el cerebro”:
Hay algo fascinante en el mundo comercial. A menudo, los intelectuales analizan el consumo y sugieren que los consumidores están manipulados por nuestra sociedad capitalista. Sin embargo, Malcolm Gladwell parece sugerir que pudiera ser al revés… En realidad, no sería exactamente al revés, porque el consumidor ni opera estratégica y conscientemente, pero obliga a modificar la conducta del vendedor. Gladwell y otros investigadores se han dado cuenta de que
Sobre todo, somos más complejos y misteriosos a causa del gran papel que desempeña el inconsciente en nuestra conducta. Según Gladwell, las personas atendemos más a nuestro inconsciente que a los intentos manipuladores de los otros.
Curioso, ¿verdad? Bueno, pues intentaré ir poniendo más píldoras con sabor liberal de los libros de Punset. En el otro libro que compré –“Adaptarse a la marea”- cabe destacar páginas enteras condenando la economía centralizada al hilo del comportamiento de los insectos.
Por si acaso no lo pongo – ah de la pereza, bendita sea- ya sabéis. ¡¡Consumid!!
2 comentarios:
Muy interesante. Además de la práctica y de la teoría, nos apoya la ciencia, jeje...
Saludos
Personaje curioso donde los halla este Punset. Afortunadamente es uno de esos científicos no guiados por el constructivismo social del que Hayek hablaba. Parece que don Eduard se ha dado cuenta de que el mundo natural se basa en un conocimiento diferente al social. Qué lástima que tantos otros no se den cuenta de ello.
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