domingo, enero 13, 2008

GROUCHO MARX Y EL CRACK DEL 29

A Groucho Marx le debemos, no sólo una valiosísima producción artística tanto directa (sus películas, sus obras, sus hermanos) como indirecta (ahí anda Woody Allen, por ejemplo), sino que además, y dejando a un lado el hecho de limpiar la porquería que llevaba impregnada su apellido, supo darnos la mejor definición de la política que se haya dado nunca: “la política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados”. Bueno, pues al margen de todo esto, hoy traigo un texto de Groucho en el que explica en apenas unos párrafos todo lo que pasó durante el crack del 29, que básicamente empezó así:

El mercado siguió subiendo y subiendo. Cuando estábamos de gira, Max Gordon, el productor teatral, solía ponerme una conferencia telefónica cada mañana desde Nueva York, sólo para informarme de la cotización del mercado y de sus predicciones para el día. Dichos augurios nunca variaban. Siempre eran "arriba, arriba, arriba".

… y terminó así:

Algunos de mis conocidos perdieron millones. Yo tuve más suerte. Lo único que perdí fueron doscientos cuarenta mil dólares (o ciento veinte semanas de trabajo, a dos mil por semana). Hubiese perdido más pero era todo el dinero que tenía. El día del hundimiento final, mi amigo, antaño asesor financiero y astuto comerciante, Max Gordon, me telefoneó desde Nueva York. [...] Todo lo que dijo fue: "¡la broma ha terminado!" Antes de que yo pudiese contestar el teléfono se había quedado mudo...se suicidó.

Lo pongo, mayormente, para que vayamos asumiendo que también aquí se ha terminado la broma...

3 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Los que tenemos algo de dinero ahorrado entonces somos unos privilegiados?

Stewie Griffin dijo...

Si coup, y yo añadiria el calificativo de avaro pequeño burgues. Sugiero que expies tú culpa donando de forma libremente obligada esa cuantía para la causa y así apoyar la abolición del capitalismo opresor y de la siniestra racionalidad economica.

Yo te lo guardo camarada. No obliges a proceder a tú reeducación.

TODO EL PODER A LOS SOVIETS!!

Stewie Griffin dijo...

Por cierto muy buena la historia, aunque inquiete.