APRESADOS POR VICIO SALEN A LA CALLE

Cuando llegan las vacas flacas, cuando resulta que las monedillas empiezan a hacer eco en el bolsillo, cuando huele a crisis que apesta y la cosa además resulta que va en serio, lo primero que hace uno es quitarse de los vicios más pueriles. Así, quizá un ciudadanito de a pie cualquiera tenga que rebajar el consumo de tabaco, o darle menos al móvil o salir ya cenados de casa los viernes por la noche. Vicios, en fin, inofensivos, que tampoco nos causan gran trauma a la hora de tener que desprendernos.

A nivel estatal, la cosa no es muy distinta –quitando el detalle tontorrón de que el patrimonio con el que cuenta es el botín robado a mano armada a los ciudadanitos de antes-. Así, lo primero que hace cuando el dinero ya no corre como antes y resulta que se empieza a calentar la impresora de billetes es quitarse también de sus vicios más infantiles. ¿Un ejemplo? Pues meter a la gente a la cárcel, que es algo que divierte siempre mucho….Por fumar, por beber, por comer hamburguesas… es igual…Lo malo, claro, es que es un vicio caro y uno tiene que empezar a quitarse.

Quizá por eso en EEUU estén empezando a abrir las rejas de la prisión a ciudadanos arrestados por puro capricho, sin que la cosa suponga gran escándalo.

¿Es muy retorcido preguntarse por qué si estas personas no resultan peligrosas en tiempos de crisis es necesario mantenerlas encerradas en épocas de esplendor?