martes, mayo 06, 2008

Un Nº1

Está sucediendo, de nuevo. Se están rompiendo todas las marcas y expectativas. Lo que hace justo un año era un movimiento en nacimiento, tras el primer debate republicano la primera semana de mayo de 2007, acabó convirtiéndose en el movimiento indiscutible que lideraba y colapsaba internet. Ron Paul era el rey de la red. Hoy lo es de las librerías. Hace hoy una semana justo salía a las librerías "THE REVOLUTION: A MANIFESTO". Se necesitaron 48 horas para que Barnes, una de las cadenas de librerías más importantes de EEUU, se quedara sin ejemplares. Sus dependientes contaban este fin de semana cómo estaban saturados de clientes a los que no les podían ofrecer el libro. Nº1 en ventas en Amazon desde la semana pasada, la tienda de internet que más libros vende ha tenido que colgar el 'sold out' (vendido) temporalmente. ¿Es el libro llamado a cambiar a la Derecha americana y a toda su política en el s. XXI? El hijo de Barry Goldwater ha sentenciado sobre esta obra:
La auténtica verdad sobre la Libertad. Este libro es una bola de fuego lanzada contra el establishment político. Barry Goldwater habría amado este libro -es 'La Conciencia de un Conservador' para el siglo XXI-
En exclusiva, el comienzo del primer capítulo, "Las Falsas Opciones de la Política Americana":
Cada época electoral en América es presentada por una serie de falsas opciones. ¿Deberíamos iniciar esta guerra preventiva o esta otra? ¿Debería cada comunidad vivir bajo esta política social o esta otra? ¿Deberían quitarnos un tercio de nuestros ingresos a través de un impuesto sobre la renta o un impuesto sobre las ventas? Las asunciones compartidas sobre estas cuestiones nunca se ponen en duda. Y quien sugiera que existen alternativas es excluído del debate oficial.

Cada cuatro años se nos presenta la misma rutina predecible: dos candidatos con muy pocos desacuerdos en las cuestiones fundamentales que pretenden representar roles de filosofía de gobierno radicalmente distintos.

El supuesto candidato conservador nos habla sobre el 'despilfarro' del gobierno, y el gasto de 10 millones $ en ciertos programas para deleitar a su audiencia y concitar el aplauso. Bien, esto supone el 0,00045% del presupuesto federal. ¿Qué hay sobre el otro 99,99955%? Ni una palabra. Todo lo que dirá el candidato conservador serán esos 3 o 4 programas estúpidos que repetirá una y otra vez. Pero a los conservadores se les dice que deben apoyar a ese candidato, y ellos lo hacen, esperando que sea el mejor. Y nada cambia.

Incluso la cuestión de la guerra no distingue apenas a los dos partidos. Hillary Clinton y John Kerry votaron por la guerra de Irak. Con las excepciones de Gravel y Kucinich, todos los candidatos demócratas postulados como candidatos contra la guerra no están realmente opuestos a guerras innecesarias. Típicamente nos presentan su lista de la compra sobre intervenciones militares, ninguna de la cuales tiene sentido, no haría a nuestro país más seguro, ni nos devolvería la salud fiscal. Pero a los progresistas se les dice que deben apoyar a ese candidato, y ellos lo hacen, esperando que sea el mejor. Y nada cambia.[..]

Tras las elecciones al Congreso y Senado que en 1994 ganaron los republicanos, se urgió a éstos a seguir una soporífica agenda vendida como la mayor revisión sobre el gobierno federal. Fue el famoso 'Contrato con América', que no es sino lo que he descrito: las cuestiones fundamentales no se cuestionaban e incluso las medidas supuestamente radicales acabaron siendo más que modestas. Como dijo Brooking Institution, si esto es lo que los conservadores consideran revolucionario, es que han aceptado su derrota intelectual.

No es necesario decir que tampoco me sorprende la izquierda. Aunque se postulan como pensadores críticos, su confianza en el gobierno es inexcusablemente infantil, con ninguna conexión con la realidad. Su consistencia en innecesarias guerras es clara. Incluso Howard Dean [presidente Partido Demócrata y del ala más izquierdista] estaba completamente a favor de la intervención de Clinton en Bosnia, urgiendo al presidente a tomar acción unilateral sin consultar a los aliados. Los progresistas de base han sido esencialmente traicionados por un movimiento que hace tiempo ha hecho las paces con el establishment oficial.
Como sentenció Lew Rockwell sobre Ron Paul, éste es el liderazgo propiamente entendido. He aquí el libro que atestigua el nacimiento de un líder. Un líder de, por y para la Libertad.

4 comentarios:

rojobilbao dijo...

Dice: Con las excepciones de Gravel y Kucinich, todos los candidatos demócratas postulados como candidatos contra la guerra no están realmente opuestos a guerras innecesarias.

Digo: ÉL nos dirá cuales son las necesarias.

Adolfo David dijo...

Cuanto menos todas las que no suponen una respuesta a una agresión previa a territorio americano.

rojobilbao dijo...

O aliado, o ciudadano estadounidense en el extranjero...

Adolfo David dijo...

Es un problema éste de las alianzas militares que no hace sino extender peligrosamente el ámbito de actuación estatal y favorecer la polarización militar mundial. Por eso es muy sano y liberal el ímpetu nacionalista antineoconservador favorable a desalinearse y salirse de la OTAN, la ONU..etc Tampoco hay justificación constitucional para que EEUU ceda soberanía o tenga que salvaguardar la ajena.

Constitucionalmente el gobierno federal sí debe proteger a sus ciudadanos en el extranjero, cuestión distinta.