Hoy hace 75 años que el Empire State Building se plantó en Nueva York. Nació crecidito: 443,2 metros de altura y más de 60.000 toneladas, lo que le llevó a ser el más grande de la clase durante mucho tiempo.
Con el paso de los años, otros se le adelantaron, hoy son 7 los que le superan, pero quizá sea el único que, como el famoso replicante de Blade Runner, pueda entonar aquello de yo he visto cosa que tú no imaginarías. He visto rayos-c brillar en la oscuridad cerca de la puerta Tannhäusen y naves en llamas más allá de Orion. Efectivamente, él ha visto. Ha visto a King Kong abrazársele al cuello, ha visto a Tom Hanks coquetear con Meg Ryan, ha visto a Cary Grant, y a Deborah Kerr, y hasta Superman y Spideman han hecho de las suyas en sus paredes. Ha visto a Woody Allen y a Frank Sinatra. Ha visto cómo dos aviones tumbaban a las que durante muchos años habían sido sus mejores compañeras. Ha visto la risa y el llanto de una ciudad que es hoy la capital del mundo. El tórrido verano y las blancas navidades neoyorkinas. Nada hay en su memoria que merezca perderse como una lágrima en la lluvia a la hora de morir.
Larga vida, pues, al coloso. Capitán de nuevo de nuestra Roma Imperial. Y feliz cumpleaños.
Con el paso de los años, otros se le adelantaron, hoy son 7 los que le superan, pero quizá sea el único que, como el famoso replicante de Blade Runner, pueda entonar aquello de yo he visto cosa que tú no imaginarías. He visto rayos-c brillar en la oscuridad cerca de la puerta Tannhäusen y naves en llamas más allá de Orion. Efectivamente, él ha visto. Ha visto a King Kong abrazársele al cuello, ha visto a Tom Hanks coquetear con Meg Ryan, ha visto a Cary Grant, y a Deborah Kerr, y hasta Superman y Spideman han hecho de las suyas en sus paredes. Ha visto a Woody Allen y a Frank Sinatra. Ha visto cómo dos aviones tumbaban a las que durante muchos años habían sido sus mejores compañeras. Ha visto la risa y el llanto de una ciudad que es hoy la capital del mundo. El tórrido verano y las blancas navidades neoyorkinas. Nada hay en su memoria que merezca perderse como una lágrima en la lluvia a la hora de morir.
2 comentarios:
Me sumo a la felicitación. Hace bien poco además que he estado con él.
Me acabo de enterar, pero me sumo a la felicitacion...:)
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