Saramago escribió hace poco una muy mala novela -cosa no muy extraña en él- sobre un imaginario país en el que el día de las elecciones resulta que la inmensa mayoría de votos salen en blanco. Ensayo sobre la lucidez, la llamó, tratando de seguir la saga del Ensayo sobre la ceguera -obra de mucha más enjundia, dicho sea de paso-. A las pocas páginas, lo que parecía ser una historia atractiva -curiosa, cuando menos- se torna en mera estupidez con diálogos francamente malos, frases largamente horribles y un rumbo más perdido que el de los italianos de ayer. A la mierda con Saramago.
El caso es que hoy -la realidad supera la ficción- me encuentro con un caso muy parecido, y es que en Pillsbury, localidad useña, que diría Pio Moa, resulta que en las últimas elecciones ni uno solo de los vecinos se molestó en levantarse de la cama para ir a votar.
Cuando, sorprendidos, algún periodista fue a investigar obtuvieron una respuesta que sintetiza el colmo de una sociedad ideal:
- Perdone, pero es que aquí todos trabajamos y estamos ocupados en otras cosas.
Liberales de bien, we will always have Pillsbury. Con un par.
lunes, junio 23, 2008
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15 comentarios:
Jaja tremendo. Esto es un sitio civilizado, y no la majadería esta según la cual si no participas en el sistema político eres poco menos que un delincuente, y sin duda un pésimo ciudadano.
¿dirías lo mismo si se presentase en esa localidad un candidato "libertario"?
Stewie te propongo un método revolucionario:
Chupar dinero del Estado hasta que la situación se vuelva insostenible y caiga.
Camarada Tersites
No, no Stewie, y sabes que cuando se trata de candidatos libertarians nos convertimos como por efecto de la luna llena en peligrosos socialistas. Es todo una tapadera, en realidad...
Por cierto, el que ganó no era libertarian?
Algo así pasó en aquel pueblo vasco aberchale 100% donde ganó la candidata del PP por un solo voto...
Fonseca
Jajaja qué bueno. Qué poco soporto a Saramago (tan poco como a su mujer, por cierto -en sus facetas literarias y progretelevisivas-). Francamente, he intentado con tres novelas y no he pasado de las treinta páginas. Y eso antes de saber de su progresía... Es soporífero y cursi como él sólo (bueno, y como Coelho)
No he leido nunca a Saramago. Me pone enfermo el personaje, la vida es corta y hay que elegir con cuidado pero si he leido un libro de Coelho. A mitad de libro (el Diablo y Miss Prism o algo así se llamaba) me levanté y lo tiré a la basura. Es algo que no había hecho nunca pero me sentí sorprendentemente refrescado tras hacerlo. Muy recomendable.
Mal rollo me dan por aquí los que andan recomendando que se tiren los libros. Prueben a quemarlos, pero ni se les ocurra acabar uno.
Coelho es un pedazo de autor por cierto...y a quien no le guste es su problema.
Muy bien hecho, Huber. Yo los dos que tengo de Pauliño intento revenderlos por internet... tal vez le interesen al anónimo... Sinceramente, uno de los peores libros que he leído en mi vida es el de El Alquimista ése. ¡Maldita moda new age!
A mí Saramago me parece un grandísimo escritor. El "Ensayo sobre la ceguera" me cambió la vida-
A mi el Saramago literario me gusta, cuando abre la boca y habla como político me estomaga.
Sobre su obra, Ensayo sobre la lucidez me costó horrores acabarla pero en respeto a Ensayo sobre la ceguera, Todos los nombres y El hombre duplicado la acabé. La verdad que alterna muy buenas obras con otras infumables, sobre todo si tienen un trasfondo político (Ensayo sobre la lucidez, La caverna, Intermitencias de la muerte...)
Bueno que me voy del tema del post, que ole los vecinos de ese pueblo. Hay cosas mas importantes que hacer que dar de comer a los políticos.
Chacun segun son gout anónimo. Yo he sufrido también de ese temor reverencial al libro que me impedía escribir con bolígrafo en sus hojas o doblar el lomo para leerlo con una sóla mano. Por eso fue liberador darme cuenta de que como el libro es mio hago con el lo que quiero. Normalmente cuando me regalan libros que no me interesan los regalo de nuevo (mathom llaman a eso los Hobbits) pero es que no quería infligir a nadie la lectura de Coelho.
Por cierto, Anónimo, por lo torturado de tu sintaxis (¿sabes que no concuerdan los verbos de tus frases entre si?) y tu preferencia por Coelho me da a mi que no lees mucho ¿verdad?
El temor reverenial al libro viene a ser algo así como el complejo de inferioridad ante el arte contemporáneo. Hay que quitarse pronto.
A mi, como de tantas otras cosas, me curó Umbral, que los tiraba a la piscina -Galdós y Baroja incluidos, claro, con un par-...
Coelho, por cierto, como autoayudador de los demás, no es más que un soplagaitas con sandalias. La escritura o los ejercicios de caligrafía para necesitados. That´s the question.
:-))))))))))))) Soplagaitas con sandalias! Lo has clavado.
Por otra parte no debemos olvidar a Carvallo, que flambeaba libros o Pierre Menard, que tras su paseo vespertino acostumbraba a hacer una alegre fogata con los cuadernos en los que pacientemente reescribía el Quijote.
Chacun SELON son goût, amigo...
No me merece comparación las litaraturas de saramago y de Coelho (soplagaitas con sandalias y complejo de cuna de la sabiduría occidental).
Saramago, politiqueos aparte y obras malas(quién lo las tiene? no me digan que RReagan), es un autor grandísimo, universal y una innovador absoluto en temas de narración y composición.
Un saludo
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