Muchos, ante la ventaja de John McCain, refuerzan su idea de Mitt Romney como mal menor en estas primarias y de cara a las presidenciales. Después de todo, dirán muchos, tiene el apoyo de National Review, la biblia del conservadurismo americanismo más oficial desde que en los '50 la creara el mítico William Buckley.
National Review en su editorial de diciembre bajo el título "Romney for President", nos pintaba un agradable panorama ideológico para el gobernador de Massachusetts: "A diferencia de otros candidatos en la carrera, Romney posee un conservadurismo de amplio espectro: apoya la economía de libre mercado y el gobierno limitado, causas morales como el derecho a la vida y la preservación del matrimonio y una política exterior basada en el interés nacional. Aunque no ha hablado mucho sobre la importancia de resistir a una balcanización étnica -ninguno lo ha hecho- defiende el cumplimiento de las leyes de inmigración y se opone a la amnistía". Ni que decir tiene que se mencionaba en el editorial a Giuliani (demasiado progresista en lo social), Huckabee (progresista en lo económico), McCain (no es conservador fiscal) y Thompson (no ha hecho una campaña para ganar), pero no a Ron Paul.Pero, ¿qué hay de cierto en todo esto? Mitt Romney fue gobernador del estado de Massachusetts entre 2003 y 2007. Su carrera como gobernador no parece muy compatible con la imagen de National Review. Romney nunca firmó el compromiso de no subir impuestos porque dijo ser un hombre de palabra que no necesitaba firmarlo. Pronto demostró su palabra creando un nuevo impuesto sobre vehículos, otro sobre donación a campañas y otro también nuevo sobre construcciones. En cada uno de los 4 años de gobernador incrementó los impuestos.
Se le ocurrió crear un nuevo impuesto sobre ventas en internet y aprobó una legislación para que las administraciones locales pudieran crear impuestos sobre transmisiones patrimoniales de negocios. Esto, para el gobernador, por supuesto nunca es aumentar los impuestos. En definitiva, 500 millones de dólares en nuevos impuestos en una legislatura en un solo estado.
Romney asegura haber reducido como gobernador varios miles de millones el presupuesto pero lo cierto es que lo aumentó en 5000 millones de dólares en su
legislatura. En cuanto al aborto o la inmigración ha presentado las posturas más dispares a lo largo de su carrera política. En 1994, cuando compitió con el progresista Ted Kennedy por un asiento en el Senado se mostró como un decidido 'pro-choice' en los debates alegando que sus creencias sobre el aborto no debían interferir en el derecho de las mujeres a decidir sobre la cuestión. En los últimos tiempos es un decidido 'pro-life', o al menos eso dice. Ted Kennedy, no sin razón, cree que Romney es un 'multiple-choice'. Cualquiera puede rectificar o cambiar pero lo terrible es que en cuanto al matrimonio y derechos de los homosexuales, libertad de armas..etc ha ido dando bandazos y contradiciéndose en unas declaraciones y otras. En 2002 se mostraba opuesto a codificar en su estado el matrimonio, mientras en 2003 sorprendentemente apoyaba una enmienda federal por la definición del matrimonio.
Económicamente, este 'conservador fiscal' tuvo el dudoso honor de promocionar uno de los más amplios programas sanitarios estatales en EEUU de los últimos años que sobre la mesa no difiere mucho de un plan de nacionalización sanitaria a lo Hillary pues, en el fondo, la idea de Romney -como la de los demócratas- es que la política sanitaria debe enfocarse a la 'cobertura universal'. El RomneyCare sólo puede competir en intervencionismo dentro del GOP con el propio de Huckabee en Arkansas. Un programa que, como cuenta Michael Tanner en Cato Institute, asiste en cobertura pública a más de 150.000 nuevos ciudadanos. Proyectado el RomneyCare inicialmente en 1.800 millones de dólares, se estima que alcance el coste de hasta 2.200 millones de dólares. En la siguiente década se estima que pueda llegar a alcanzar los 4.000 millones de dólares.
Con este historial ya no resulta extraño que Romney considere que el gobierno federal debe proporcionar un ordenador portátil a cada estudiante. Como Dan Grisworl ha dicho, Romney no cree en el libre mercado sino en la socialista idea del comercio justo (como Huckabee o el pro-sindicalista John Edwards).
Su continuo cambiar de opinión en múltiples temas en ROJO (posición conservadora) versus AZUL (posición progresista) -colores respectivos de republicanos y demócratas-. Es como Romney en versión Fanta naranja o limón ¿Y tú, con qué Romney te quedas?
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El próximo martes tienen lugar las primarias de Maryland, Columbia (donde está Washington capital, no confundir con Washington estado que es un pequeño estado norteño) y Virginia. En Baltimore, Ron Paul ganó una straw poll.
El Libertarian Party, que se encuentra envuelto en sus primarias, un proceso que a casi ningún americano le interesa (véase que hasta hay candidatos con 120 dólares recaudados..), se las dan de importantes mandando una corona funeraria al Comité Nacional del GOP con una carta de condolencias por la derrota de los valores de gobierno limitado con la 'victoria' de McCain en el súper martes.
Pase lo que pase seguiremos apoyando al único candidato que dice '¡Basta!'
1 comentario:
Dicen que dicen que dice la CNN que Romney se ha retirado de la carrera...
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