Soy un firme defensor del programa de Quintero. Se escuchan rumores lejanos de que puede ser arrancado de la parrilla por unas cotas de audiencia variables y, sin embargo, a mi me parece lo mejor de todo lo que hoy en día se vomita por las televisiones (mejor, sí, que los documentales de la 2 que, dicho sea de paso, me parecen un coñazo y de un nulo interés cultural, aparte de una coartada para esos cursis que, poniendo boquita de pez y mirada perdida afirman "yo es que sólo veo los documentales de la 2": pues vaya vida de mierda...). Bueno, que me pierdo.
El caso es que anoche, uno de los invitados del Loco fue Karlos Arguiñano (que tiene un programa también estupendo) y, si bien el personaje pierde mucho, o casi todo, con el jersey por los hombros en lugar del delantal, lo que más me cabreó, o lo único, fue la manera en que trataron el tema casi principal de la charla: la pobreza.
Y me cabreó porque la trataron como la trata la izquierda que es, por otra parte, la manera más instintiva y natural de tratarlo. La cosa fue más o menos así:
"¿Y a ti qué te parece que la gente muera de hambre?" "Pues aivalahostia, es lo que más pena me da del mundo (...) Sólo pensar que yo vivo entre comida y que me sobra por todos lados me da un cargo de conciencia de narices" "Claro, te entiendo" "Pues sí. Fíjate que cuando estoy en la mesa con mis hijos y nos sobran unas tajadas les digo: mirad, hay gente en el mundo que no ha visto una de esas en la vida" "Y tú, Karlos, ¿a qué crees que se debe?" "Pues a que el mundo está gobernado por los malos. Si los buenos mandasen esto no pasaba" "Ahá, claro" ... Un silencio ... "Yo lo que creo, Jesús, es que los blancos somos unos cabrones de la leche" "Desde luego que sí. Fíjate que mientras ellos mueren de hambre, nosotros morimos de colesterol"... Y así todo...
Pues no señores, don Jesús y don Karlos. Están ustedes enormemente equivocados. Los "ricos" no somos culpables de serlo. Los "ricos" no nos alimentamos de lo que les quitamos a los pobres. Los "ricos" no morimos de colesterol porque haya otros que mueren de hambre. Los "blancos" no somos unos cabrones. La cosa es, simplemente, que cada quien consume lo que produce y nosotros, eso sí, tenemos la suerte de poder producir -aún con grandes trabas-. Y esta es la clave del asunto: la solución no está en que unos gobiernos nos roben el maldito 0,7 para dárselo además a gobiernos corruptos, para más inri, sino en que ellos puedan producir libremente y les dejemos competir libremente con nosotros (suprimiendo los aranceles les ayudaremos mil veces más que dándoles el 0,7, que no les sirve de nada, y, además, nos ayudaremos a nosotros mismos. Pero claro, vete tú a contarles esto a los agricultorcitos europeos...). Ya va siendo hora de que la gente se entere que aquí no hay suma cero posible, que si yo tengo dos no es porque otro no tenga ninguno, sino que la riqueza se crea, no está dada. Que no hay nada a repartir.
En el gran documental de J. Norberg sobre la globalización hay una kenyata que, después de que varios compatriotas suyos señalen a los gobiernos a la burocracia como el causante principal del mal, dice: "Yo quiero un país donde si soy Bill Gates y se me ocurre Microsoft me haga millonaria". Pues eso.
El caso es que anoche, uno de los invitados del Loco fue Karlos Arguiñano (que tiene un programa también estupendo) y, si bien el personaje pierde mucho, o casi todo, con el jersey por los hombros en lugar del delantal, lo que más me cabreó, o lo único, fue la manera en que trataron el tema casi principal de la charla: la pobreza.
Y me cabreó porque la trataron como la trata la izquierda que es, por otra parte, la manera más instintiva y natural de tratarlo. La cosa fue más o menos así:
"¿Y a ti qué te parece que la gente muera de hambre?" "Pues aivalahostia, es lo que más pena me da del mundo (...) Sólo pensar que yo vivo entre comida y que me sobra por todos lados me da un cargo de conciencia de narices" "Claro, te entiendo" "Pues sí. Fíjate que cuando estoy en la mesa con mis hijos y nos sobran unas tajadas les digo: mirad, hay gente en el mundo que no ha visto una de esas en la vida" "Y tú, Karlos, ¿a qué crees que se debe?" "Pues a que el mundo está gobernado por los malos. Si los buenos mandasen esto no pasaba" "Ahá, claro" ... Un silencio ... "Yo lo que creo, Jesús, es que los blancos somos unos cabrones de la leche" "Desde luego que sí. Fíjate que mientras ellos mueren de hambre, nosotros morimos de colesterol"... Y así todo...
Pues no señores, don Jesús y don Karlos. Están ustedes enormemente equivocados. Los "ricos" no somos culpables de serlo. Los "ricos" no nos alimentamos de lo que les quitamos a los pobres. Los "ricos" no morimos de colesterol porque haya otros que mueren de hambre. Los "blancos" no somos unos cabrones. La cosa es, simplemente, que cada quien consume lo que produce y nosotros, eso sí, tenemos la suerte de poder producir -aún con grandes trabas-. Y esta es la clave del asunto: la solución no está en que unos gobiernos nos roben el maldito 0,7 para dárselo además a gobiernos corruptos, para más inri, sino en que ellos puedan producir libremente y les dejemos competir libremente con nosotros (suprimiendo los aranceles les ayudaremos mil veces más que dándoles el 0,7, que no les sirve de nada, y, además, nos ayudaremos a nosotros mismos. Pero claro, vete tú a contarles esto a los agricultorcitos europeos...). Ya va siendo hora de que la gente se entere que aquí no hay suma cero posible, que si yo tengo dos no es porque otro no tenga ninguno, sino que la riqueza se crea, no está dada. Que no hay nada a repartir.
En el gran documental de J. Norberg sobre la globalización hay una kenyata que, después de que varios compatriotas suyos señalen a los gobiernos a la burocracia como el causante principal del mal, dice: "Yo quiero un país donde si soy Bill Gates y se me ocurre Microsoft me haga millonaria". Pues eso.
3 comentarios:
Efectivamente, así es. No tuve ocasión de escuchar la entrevista pero me imagino cómo fue... Es un gran problema que tenemos los liberales: la demagogia, que si bien no se tiene por qué caer en ella de manera consciente, es el terreno más fácil desde el que mirar todos estos problemas.
Por cierto, a ver si aprenden que la crítica de la falsa solidaridad comunal -obigada y coactiva- no quita para que exista la caridad privada: Bill Gates de él sólo más dinero para medicinas en países pobres que el Gobierno de EEUU al completo.
Además, dijo: "tenemos comida para todos, pero está mal repartida".
Yo creo que se dedería decir: "Hay comida para todos pero los países pobres tienen gobiernos corruptos y antiliberales que no dejan la libre competencia y que el país prospere."
Saludos.!!!
Un buen comienzo sería reformar la Política Agraria Común (PAC) que mantiene a la sopa boba a la inmensa mayoría de la agricultura europea (especialmente la francesa).
Ahí si tienen culpa los políticos, a ver quien tiene "cojones" con perdón de meter mano a eso y luego presentarse a las elecciones (léase Villepin). Aunque más culpa tienen los votantes con esa miopía conservadora del "pan para hoy, hambre para mañana". Considero necesarias unas nociones básicas de economía antes de que nadie pueda llamarse "ciudadano".
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