Por motivos que no vienen al caso, he estado investigando un poco sobre las cosas que piensa Fernando Sánchez Dragó. La verdad es que a pesar de ser un fiel seguidor suyo televisivo, no acostumbro a leerle con la misma asiduidad.
Pues bien, resulta que entre algunos de sus escritos me he topado con un artículo titulado “¿Política? No. Filosofía. Epístola moral a Leopoldo Alas” en el que Dragó hace un alegato de principio a fin del liberalismo más extremo. Me atrevería a decir que del anarco-capitalismo. La verdad es que en alguna ocasión había hecho en diferentes episodios de sus programas alusiones a su filiación anarquista, aunque no sospechaba que ésta estuviera tan escorada hacia el liberalismo. Una gratísima sorpresa.
Cedo la palabra a don Fernando:
De la política y la filosofía del laissez faire...
“Respondo con estas líneas a lo que Leopoldo Alas decía sobre mí, hace cosa de una semana, en su columna Las Perlas, sorprendido por lo que en una carta al director de este periódico había manifestado yo unos días atrás a cuento de la derecha, de la izquierda y de la Iglesia. Vaya por delante, ante todo, mi orteguiana convicción de que tomar partido, en política, por lo diestro o por lo zurdo es una de las infinitas formas que el ser humano tiene a su alcance para convertirse en un estúpido. Y conste también que, siendo yo un hombre de campo y no de polis, que es donde se fragua la política (soy de los que nunca habían oído hablar de María José San Segundo, Elena Espinosa y Magdalena Álvarez. ¿Es descortesía? Si lo es, lo siento), ésta –la política- no me importa ni me afecta. Sólo me aburre. La juzgo, además, innecesaria, pues apuesto por el autogobierno del individuo. Lo contrario me sucede con la filosofía, y es en su marco donde deben situarse mis palabras. Políticamente no soy de nadie, pero filosóficamente, lo admito, ¿pasa algo?, estoy mucho más cerca de lo que se entiende por derecha que de lo que se entiende por izquierda. No soy, vade retro, progresista, sino conservador, a mucha honra. Es decir: prefiero lo privado a lo público, el laissez faire al intervencionismo y el laissez passer al dirigismo, el Tao –fluye como el agua, que todo lo vence porque a todo se adapta, y no actúes- al providencialismo (que desemboca en el Estado, ese monstruo que no debería existir) y, frente a la constante incertidumbre y desasosiego producido por la falsa panacea del cambio, considerado como un fin en sí mismo, me inclino por la consoladora reciedumbre de la traditio (que en latín significa entrega), esto es, la tradición, y de la aurea catena que en ella se origina. Lo demás es plagio.”
De los “socialistas de todos los partidos” y el miedo a la libertad de la izquierda...
“Lo de que el socialismo, en particular, y la izquierda, en general, proceden, como herejías o sectas, del judeocristianismo no es cosa, me parece, que quepa poner en duda. Toynbee y otros muchos pensadores e historiadores de similar calibre lo creen así. También mi maestro Nietzsche, en cuyo fértil hontanar abrevo. Ya sabes: la moral de los esclavos, el clan de la servidumbre, la cultura de la queja, la hermandad del Santo Reproche, la cofradía (Escohotado dixit) de la Santa Pobreza y, en definitiva, el miedo a la libertad. Todo eso es, para mí, la izquierda, y por ello dejé, filosóficamente, de militar en sus filas cuando en 1967 llegué por primera vez al Ganges. Ya ha llovido.
En cuanto a lo del paganismo de la derecha... ¿De qué derecha hablamos, Leopoldo? Yo me refería, únicamente, y dentro de ella, al liberalismo, que es la razón –no la fe- que profeso. Te lo aclaro porque en las agrupaciones de derechas, y el PP no es excepción a la regla, abundan hoy los socialdemócratas, y yo ese palo, el de la sopa boba, el dirigismo y la moralina barata, no lo toco. Fue Mussolini, un socialista, quien inventó la mandanga del Estado Social. A mí, todo lo que no sea liberalismo, esté en la derecha o esté en la izquierda, me parece fascismo (lamento recurrir a esta palabra, convertida por el abuso que de ella se hace en insulto y flatus vocis).”
De los homosexuales y el matrimonio...
“Otra cuestión aún. Respiras por la herida de la actitud de la Iglesia y de ciertos sectores del PP en lo concerniente a los derechos civiles de los homosexuales. No voy a embestir a ese trapo ni a mezclarme en esa querella (…) Otra cosa es que alimente reticencias filológicas –no hay filosofía sin filología. Estudié Románicas y he sido profesor de ella en diez universidades de siete países- respecto a si se debe utilizar o no la palabra matrimonio para designar con ella la unión conyugal entre personas del mismo sexo. Me inclino, lo confieso, por lo segundo, pero desde luego, no entraré en ninguna batalla atizada por esa disputa nominalista. Haga cada quien de su capa un sayo y de su sexo un instrumento de libertad respetuosa para con la del prójimo.”
Y para terminar, un final pirata y reaccionario...
“¿Guerra civil? ¿Derechas? ¿Izquierdas? ¿Iglesias? ¿Nacionalismos? ¿Terrorismos? Trifulcas maniqueas, Leopoldo. O, diciéndolo con más precisión y extensión, dualismo judeocristiano y musulmán. Volvemos, pues, al territorio de la filosofía, quod erat demonstrandum. Yo, como casi todo el mundo en Oriente, y como casi nadie en Occidente, soy monista. Eleusis, a un lado; al otro, Egipto; y a mi frente, Benarés y Kioto. Ahí tienes mi respuesta, ahí tienes mi cartografía y, por lo tanto, mi posición, ahí tienes mi programa, ahí tienes el sentido de mi voto. ¿Adivinas por quién, in dubbio, lo hago?
La política es anecdótica; la filosofía, categórica. Allá muevan feroz guerra los partidos, que es mi dios la libertad... Sentémonos, alegres, en la popa, sin diez cañones por banda, y filosofemos, Leopoldo, filosofemos antes que el tiempo fallezca en nuestras narices.
Un saludo reaccionario, un abrazo pirata
Fernando Sánchez Dragó”
Pues bien, resulta que entre algunos de sus escritos me he topado con un artículo titulado “¿Política? No. Filosofía. Epístola moral a Leopoldo Alas” en el que Dragó hace un alegato de principio a fin del liberalismo más extremo. Me atrevería a decir que del anarco-capitalismo. La verdad es que en alguna ocasión había hecho en diferentes episodios de sus programas alusiones a su filiación anarquista, aunque no sospechaba que ésta estuviera tan escorada hacia el liberalismo. Una gratísima sorpresa.
Cedo la palabra a don Fernando:
De la política y la filosofía del laissez faire...
“Respondo con estas líneas a lo que Leopoldo Alas decía sobre mí, hace cosa de una semana, en su columna Las Perlas, sorprendido por lo que en una carta al director de este periódico había manifestado yo unos días atrás a cuento de la derecha, de la izquierda y de la Iglesia. Vaya por delante, ante todo, mi orteguiana convicción de que tomar partido, en política, por lo diestro o por lo zurdo es una de las infinitas formas que el ser humano tiene a su alcance para convertirse en un estúpido. Y conste también que, siendo yo un hombre de campo y no de polis, que es donde se fragua la política (soy de los que nunca habían oído hablar de María José San Segundo, Elena Espinosa y Magdalena Álvarez. ¿Es descortesía? Si lo es, lo siento), ésta –la política- no me importa ni me afecta. Sólo me aburre. La juzgo, además, innecesaria, pues apuesto por el autogobierno del individuo. Lo contrario me sucede con la filosofía, y es en su marco donde deben situarse mis palabras. Políticamente no soy de nadie, pero filosóficamente, lo admito, ¿pasa algo?, estoy mucho más cerca de lo que se entiende por derecha que de lo que se entiende por izquierda. No soy, vade retro, progresista, sino conservador, a mucha honra. Es decir: prefiero lo privado a lo público, el laissez faire al intervencionismo y el laissez passer al dirigismo, el Tao –fluye como el agua, que todo lo vence porque a todo se adapta, y no actúes- al providencialismo (que desemboca en el Estado, ese monstruo que no debería existir) y, frente a la constante incertidumbre y desasosiego producido por la falsa panacea del cambio, considerado como un fin en sí mismo, me inclino por la consoladora reciedumbre de la traditio (que en latín significa entrega), esto es, la tradición, y de la aurea catena que en ella se origina. Lo demás es plagio.”
De los “socialistas de todos los partidos” y el miedo a la libertad de la izquierda...
“Lo de que el socialismo, en particular, y la izquierda, en general, proceden, como herejías o sectas, del judeocristianismo no es cosa, me parece, que quepa poner en duda. Toynbee y otros muchos pensadores e historiadores de similar calibre lo creen así. También mi maestro Nietzsche, en cuyo fértil hontanar abrevo. Ya sabes: la moral de los esclavos, el clan de la servidumbre, la cultura de la queja, la hermandad del Santo Reproche, la cofradía (Escohotado dixit) de la Santa Pobreza y, en definitiva, el miedo a la libertad. Todo eso es, para mí, la izquierda, y por ello dejé, filosóficamente, de militar en sus filas cuando en 1967 llegué por primera vez al Ganges. Ya ha llovido.
En cuanto a lo del paganismo de la derecha... ¿De qué derecha hablamos, Leopoldo? Yo me refería, únicamente, y dentro de ella, al liberalismo, que es la razón –no la fe- que profeso. Te lo aclaro porque en las agrupaciones de derechas, y el PP no es excepción a la regla, abundan hoy los socialdemócratas, y yo ese palo, el de la sopa boba, el dirigismo y la moralina barata, no lo toco. Fue Mussolini, un socialista, quien inventó la mandanga del Estado Social. A mí, todo lo que no sea liberalismo, esté en la derecha o esté en la izquierda, me parece fascismo (lamento recurrir a esta palabra, convertida por el abuso que de ella se hace en insulto y flatus vocis).”
De los homosexuales y el matrimonio...
“Otra cuestión aún. Respiras por la herida de la actitud de la Iglesia y de ciertos sectores del PP en lo concerniente a los derechos civiles de los homosexuales. No voy a embestir a ese trapo ni a mezclarme en esa querella (…) Otra cosa es que alimente reticencias filológicas –no hay filosofía sin filología. Estudié Románicas y he sido profesor de ella en diez universidades de siete países- respecto a si se debe utilizar o no la palabra matrimonio para designar con ella la unión conyugal entre personas del mismo sexo. Me inclino, lo confieso, por lo segundo, pero desde luego, no entraré en ninguna batalla atizada por esa disputa nominalista. Haga cada quien de su capa un sayo y de su sexo un instrumento de libertad respetuosa para con la del prójimo.”
Y para terminar, un final pirata y reaccionario...
“¿Guerra civil? ¿Derechas? ¿Izquierdas? ¿Iglesias? ¿Nacionalismos? ¿Terrorismos? Trifulcas maniqueas, Leopoldo. O, diciéndolo con más precisión y extensión, dualismo judeocristiano y musulmán. Volvemos, pues, al territorio de la filosofía, quod erat demonstrandum. Yo, como casi todo el mundo en Oriente, y como casi nadie en Occidente, soy monista. Eleusis, a un lado; al otro, Egipto; y a mi frente, Benarés y Kioto. Ahí tienes mi respuesta, ahí tienes mi cartografía y, por lo tanto, mi posición, ahí tienes mi programa, ahí tienes el sentido de mi voto. ¿Adivinas por quién, in dubbio, lo hago?
La política es anecdótica; la filosofía, categórica. Allá muevan feroz guerra los partidos, que es mi dios la libertad... Sentémonos, alegres, en la popa, sin diez cañones por banda, y filosofemos, Leopoldo, filosofemos antes que el tiempo fallezca en nuestras narices.
Un saludo reaccionario, un abrazo pirata
Fernando Sánchez Dragó”
20 comentarios:
Jamás he conseguigo saber con exactitud la ideología de Dragó.
Saludos!!
Él mismo se define como "anarcoindividualista". Yo en sus programas le he escuchado más de una vez decir que era anarquista a secas. Pero la verdad es que me ha sorprendido esta defensa tan descarada del liberalismo. Y, francamente, me ha alegrado bastante poruqe es un tipo que me cae muy bien y sigo desde hace unos años (si algún día le veo le pediré las horas de sueño que me debe, por cierto).
Un saludo.
Si, la verdad es que le ponían en la TV bastante tarde.
Por cierto, os apoyo desde mi blog por vuestra lucha de la libertad.
Saludos!!
http://clubliberal.blogspot.com/
Buen artículo. Yo tampoco conocía esta tendencia abiertamente capitalista de Dragó.
Sánchez Dragó siempre ha sido un snob y un señorito. Ha hecho multitud de conferencias sobre José Antonio y le ha dedicado también algún que otro programa. Con eso queda dicho todo.
Un fachilla más disfrazado de anarco-guay. Que bonito queda!
"Sánchez Dragó siempre ha sido un snob y un señorito". Suele ser propio de esa clase de gente tener cinco procesos, diecisiete meses de cárcel y siete años de exilio, por ejemplo.
"Ha hecho multitud de conferencias sobre José Antonio y le ha dedicado también algún que otro programa". Me es imposible, de tantos como me vienen a la memoria, elegir entre los personajes del otro lado a los que ha dedicado conferencias y programas.
"Un fachilla más disfrazado de anarco-guay". Con esto sí que "queda dicho todo".
En más de un programa suyo escuché que se autoproclamaba liberal, ácrata y conservacionista. Así que no he sabido averiguar en que tendencia exacta se situaba...De lo que estoy seguro, es de que es un antiamericano patológico...
Ay!, qué penita, como la más rastrera y enjoyada joven y llena de clase prostituta os abrazáis al primero que os come un poquito la oreja... aunque luego sea el más despreciable.
Y mientras tanto, el señor Cohen que utiliza como único baremo los cc de baba que desprende cada uno al hablar de los USA.
Cada loco con su tema.
Por cierto, una última cosa. Yo llevo muchos (demasiados) años perteneciendo a la UC3M. Cómo me alegra el saber que conocí vuestra existencia sólo (SÓLO) a través de esta página y de alguien que os enlazaba. Nunca (NUNCA) en la Universidad. No sois nadie, por mucho ruido que hagáis y muchos pseudohistoriadores franquistas paseéis por la facultad.
No engañáis a nadie, pipiolos. Seguid alabando a los adoradores de Jose Antonio, todo es mucho más claro y nos entendemos mejor.
Familia, Sánchez Dragó es anarco-capitalista, te lo digo porque despues de unas conferencias unos amigos míos se echaron unas copas con él y lo reconoció explicitamente, por cierto, aunque si es verdad que es un poco snob, es muy amable y simpático.
Séneca.
El "pipiolo" Jimmy Jazz, como todos los de su orilla, muestra evidentes signos de no saber construir frases de manera correcta. A partir de ahí, se entiende el resto.
¿Cómo es eso de que te alegre "el saber que conocí vuestra existencia sólo (SÓLO) a través de esta página y de alguien que os enlazaba"?. Digo yo que en cualquier caso te alegrará habernos conocido por aquí, pero no "el saber" que nos conociste de esta manera. Aunque bien pensado, no sería raro que actuáseis y luego os pusiérais a pensar en lo que habéis hecho. Una vez cumplido el trámite sabríais lo que habéis llevado a cabo y podríais alegraros. Será esto.
Para más inri, si esto te provoca tan harta alegría, mala vida debes llevar. Lo sentimos y nos compadecemos. Ánimo.
Por otra parte, dices que nos conoces sólo por esta página. Bueno, hombre, pues ya es algo. De todos modos, ¿de lo de que paseamos a muchos "pseudohistoriadores franquistas" también te enteraste por aquí? Si es así, ahora entendemos lo de que lleves "demasiados años" en la facultad. Volvemos a darte ánimos para que acabes de una vez.
PD: Hace poco pusimos aquí mismo en evidencia las muchas similitudes -demasiadas- entre tu progresía trasnochada y esa Falange que tanto dices repudiar. Si es por ignorancia, volvemos a sentirlo. Si es por cinismo, déjalo y habla a las claras. Todo será mucho más claro y nos entenderemos mejor.
Venga...
El hombre es un animal no social, sino cordial, y la familia es la forma menos imperfecta de la cordialidad humana.
Corleone, amigo, me voy de puente. A ver si cuando vuelva has conseguido descifrar las frases. Si vuelvo y no ha sido así trataré de diseccionarla en 3 o 4 oraciones simples, sin subordinadas ni nada de eso. Todo por un compañero de Universidad.
De paso te aclaro, de mi progresía no tienes ni idea porque no he dicho ni una palabra (aunque estoy abierto a contestar cuantas preguntas hagas). Sin embargo tú sí has dicho coincidir con ese señor y luego has podido leer cómo Sánchez Dragó alaba una y otra vez a José Antonio y "su" Falange.
Repito, me alegro de saber (de ser consciente) de que sólo os conocí a través de esta página y no en la Universidad (a la que pertenezco y en la que paso algún tiempo). Te quejarás Corleone, encima te doy pistas.
ciao y ánimo, no pases tanto tiempo como yo en la universidad no vayas a acabar pareciéndote a mí (pogre! puaj!)
"me alegro de saber (de ser consciente) de que sólo os conocí a través de esta página y no en la Universidad (a la que pertenezco y en la que paso algún tiempo)" No lo repitas más, hombre, que es absurdo. No te flageles.
Lo que de verdad no entiendo es lo de las "pistas". Si tuvieras a bien aclararme quién eres, me alegraré de saber que sé el hecho de saber tu nombre.
En fin, que ya que sabes que no sé quien tú sabes que eres, házmelo saber porque me alegraría saberlo.´
Y pásalo bien...
Error corregido Albert. Gracias.
Jimmy aclárate hombre porque si nos conoces sólo por esta página y a continuación reconoces que hacemos mucho ruido ("por mucho ruido que hagáis", Jimmy dixit) me da que o te tapas los oídos cuando vas por la uni o estás preocupantemente sordo.
Por cierto, por si no oyes te avisamos de que seguiremos haciendo todo el ruido que nos permitáis, aunque a muchos os fastidie (por no decir otra cosa).
Viendicho jovenes!!!!
Bastante rarito, este Dragó...
Extraordinario articulo Doncorleone. Es interesante lo del posicionamiento poco claro del Sr. Dragó. Ni blanco ni negro si no todo lo contrario.
Respecto a Jimmy Jazz debe de estar sordo y además ciego. ¿No será de los que quitan los carteles y anuncios de vuestros actos para que los demás no vean?. Tio flipas a colores. Seguid así.
simplemente creo que Dragó es un inteligentisimo vividor, y que tiene demasiadas tablas para conseguir molestarlo.Eso ya es bastante.Y ese es el secreto de su buena salud general.Espero que dios lo conserve asi por muchos años, pues conservador o no, creo que hay muy pocos hombres inteligentes en este pais de politicos.Mientras mas grande sea el animal, mas se divierte él en la faena.
Pues ese liberal lleva viviendo del dinero público desde la noche de los tiempos. Es el eterno enchufado... Sobre todo si de trata de un medio público regentado por el PP.
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