miércoles, marzo 05, 2008
¡¡RON PAUL BARRE EN SUS ELECCIONES AL CONGRESO!!
Ayer martes 4 de marzo eran las elecciones primarias en el distrito 14 de Texas, donde Ron Paul se enfrentaba a su antiguo defensor y ahora traidor neoconservador Chris Peden. La victoria de Ron Paul no ha podido ser más contundente, en una proporción 70-29. Ron Paul gana otra legislatura en el Congreso y la R[LOVE]UTION continúa...
Mientras Hillary salva la cara y vuelve a ser competitiva contra Obama al ganar en Ohio, Texas y Rhode Island, John McCain ha obtenido los delegados necesarios para hacerse con la nominación republicana (1.191) tras ganar ayer en Texas, Ohio, Rhode Island y Vermont. El anticapitalista Mike Huckabee se retiró ayer oficialmente, mientras Ron Paul sigue en las primarias con la intención de poder influir al menos ideológicamente con sus delegados en la Convención republicana de septiembre. Para despedirnos hasta nunca jamás de Taxabee o Mike Huckabee, le dedicamos este anuncio de 1 minuto del liberal 'Club del crecimiento' de Arkansas:
En estas fechas precisamente muchos veteranos ya de Irak se pronuncian contra la intervención norteamericana en el territorio testificando sobre las 'atrocidades' que se han cometido. En el artículo publicado a propósito en el Times, estos veteranos afirman que hechos como el regímen de la prisión de Abu Ghraib o la masacre de inocentes iraquíes en Hanitha no son hechos aislados. Aquí podemos ver la página web de soldados de Irak y Afganistán contra la guerra, llamados Winter Soldiers en referencia al grupo así denominado de veteranos de Vietnam que se posicionarios contra aquella intervención militar.
En otro orden de cosas, Forbes publica esta semana un artículo de Ron Paul, donde el candidato expone libremente sus ideas en esta campaña presidencial, y que traduzco íntegramente por su interés y por lo completo del artículo:
"América llegó a ser la nación más grande y próspera de la historia gracias a bajos impuestos, gobierno constitucionalmente limitado, libertad personal y la creencia en la moneda sólida. Decidí postularme como presidente porque estoy profundamente preocupado por el movimiento conservador que ha abandonado estos principios que una vez tanto defendió. Los déficits se han disparado, los compromisos en el exterior están fuera de control y las libertades personales amenazadas como nunca antes.
El actual estado de nuestra economía nos demuestra que no podemos vivir por encima de neustras posibilidades. El petróleo está por encima de 100 dólares barril, el mercado inmobiliario está en crisis y el dólar en caída libre.
La deuda nacional se sitúa ahora por encima de los 9 mil millones de dólares, más de 30.000 dólares por habitante. Las futuras obligaciones de deuda para los Estados Unidos, incluyendo operaciones exteriores, se han estimado sobre 59 mil millones de dólares, lo cual alcanza el medio millón de dólares por familia. La Seguridad Social y Medicare consumirán todo el presupuesto para 2040, amenazando a los ciudadanos con unos impuestos imposibles de afrontar.
Como dije el pasado noviembre al presidente de la Reserva Federal Ben Bernanke: "Estamos entre la espada y la pared, y no hablamos de cómo hemos llegado aquí, simplemente hablamos de cómo vamos a parchearlo". Las 'soluciones' propuestas -planes de estimulación y recorte en los tipos de interés- precisan de la impresión de más dinero, lo cual conducirá a una mayor devaluación de la moneda, contribuirá a aumentar los costes de vida y exprimirá a la clase media y a los jubilados.
Es la primera vez en 100 años que la política monetaria está siendo discutida en una campaña presidencial. La moneda es la savia de la economía, y el control sobre la moneda de una nación significa el control sobre su bienestar económico. Los banqueros de la Reserva Federal determinan el valor de nuestra moneda controlando la emisión de dinero y estableciendo tipos de interés. Sus acciones pueden hacerte rico o pobre de la noche a la mañana, en términos del valor de tus ahorros y del poder de compra de tu cartera. Durante 30 años, he urgido a todos los americanos a educarse a sí mismos sobre política monetaria para una mayor comprensión de cómo un pequeño grupo de individuos no electos en la Reserva Federal y el Departamento del Tesoro disponen de tan gran poder sobre nuestras vidas.
Para fortalecer inmediatamente la economía y relanzar una continuada prosperidad, he propuesto un plan de cuatro partes que incluye menores impuestos, menor gasto, una política monetaria solvente y una reforma de las regulaciones. Si queremos combatir la crisis inmobiliaria, debemos acabar con los impuestos sobre la deuda condonada de la hipoteca, que es considera como 'ingreso'.
La más permanente reforma fiscal que podemos llevar a cabo, no obstante, es acabar con el impuesto sobre la renta y abolir el Departamento de Hacienda. Aun eliminando la porción del presupuesto que proviene de los ingresos de los impuestos sobre la renta, aún recibiría el gobierno federal tantos ingresos como en los años de Clinton. Y podríamos hacerlo sin tener que tocar siquiera la Seguridad Social o Medicare.
La clave para una reforma fiscal reside en una reforma del gasto. Es hora de recortar nuestro milmillonario presupuesto en operaciones exteriores y usar ese dinero para asegurar los programas de Washington de los que hemos hecho depender a tantos ciudadanos. Haciendo esto, denemos permitir que las generaciones jóvenes se desenganchen de este tipo de programas y que ahorren para sus jubilaciones y sus necesidades sanitarias. Como presidente, vetaré cualquier presupuesto no equilibrado y demandaré que el Congreso limite su gasto derrochador.
Menos impuestos y menos gasto público pondrán más dinero en nuestros bolsillos. Una política monetaria fiable incrementará el valor de nuestroa moneda y reducirá los costes de vida.
Una inmediata reforma monetaria se puede locar requiriendo transparencia a la Reserva Federal. Todas las reuniones de la Reserva Federal deberían ser televisadas igual que los procedimientos en el Congreso, y deberían proporcionar toda la información sobre las inyecciones de dinero. También creo en la legalización de la competencia de monedas. La historia está repleta de ejemplos del inevitable fallo de los sistemas de dinero fiduciario, desde nuestros días fundacionales, pasando por la Alemania de entreguerras a la crisis monetaria de América Latina de los '70.
Sin embargo, creo que para asegurar nuestra economía a largo plazo, el Congreso debe reafirmar su autoridad acabando con la inconstitucional Reserva Federal.
Finalmente, debemos emprender una reforma regulatoria. Debemos reconsiderar una innumerable cantidad de regulaciones federales que han ahogado el espíritu innovador del pueblo americano.
Una de las más dañinas regulaciones impuestas al pueblo americano es la Sarbanes-Oxley Act. Una encuesta de Financial Executives International afirma que el coste promedio de esta regulación es de 4,4 millones de dólares, mientras American Economics Association estima que el coste para las compañías podría ser de 35 miles de millones de dólares.
Según David Walker, ex jefe de Gobierno de la Oficina de Rendición de Cuentas de EEUU: "Estamos hipotecando el futuro de nuestros hijos y nietos, y no es sólo una cuestión de la irresponsabilidad fiscal, es un tema de la inmoralidad."
A menos que hagamos reformas fundamentales, seremos atrapados en una tormenta financiera que humillará este gran país como ningún enemigo exterior ha logrado nunca. Sin embargo, podemos encontrar soluciones reales en nuestros ideales. La recuperación de nuestro legado histórico del compromiso con el principio de la libertad, una vez más, liberar el espíritu innovador que propulsó a nuestra nación a la altura de una prosperidad nunca antes lograda en la historia de la humanidad."
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