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"LA Reserva Federal (banco central) de los Estados Unidos anunció recientemente nuevas medidas para revertir la hecatombe financiera actual. Ellas incluyen una ayuda para que el J.P. Morgan Chase adquiera Bear Stearns Co., una rebaja de la tasa de redescuento y préstamos de corto plazo a unos veinte bancos de inversión. Pocos días antes, el Gobierno anunció que inyectaría doscientos mil millones de dólares al sistema financiero. Son los esfuerzos más recientes del Gobierno por resolver un problema creado en gran medida por el propio Gobierno. Esta película la hemos visto muchas veces. [...]
Los inversores codiciosos y los consumidores derrochadores no son sino un síntoma del verdadero problema, que es la política monetaria. La historia relacionada con los ciclos de auge y depresión desde la creación de la Reserva Federal en 1913 ha sido siempre la misma: un incremento deliberado de la oferta de dinero, una mala asignación de recursos por los perversos incentivos de la inflación y finalmente la explosión de la burbuja. Es la consecuencia de la existencia de la Reserva Federal, un sistema que confiere a una elite de elegidos el monopolio de la creación de dinero y la facultad de decidir qué cantidad de dinero es la apropiada para una economía en la que millones de personas toman decisiones que esa elite no puede anticipar.
La Reserva Federal se creó en respuesta a las periódicas corridas
El Premio Nobel Friedrich Hayek, cuyas ideas liberales triunfaron con el colapso de la Unión Soviética, denunció con frecuencia la conexión entre los bancos centrales y los ciclos de auge y depresión. En una entrevista realizada en 1977 y publicada por la revista Reason en 1992, sostuvo: «Si no fuese por la interferencia gubernamental con el sistema monetario, no tendríamos fluctuaciones industriales y ningún periodo de depresión... El error es la creación de un semimonopolio en el que el dinero primario es controlado por el Estado. Dado que todos los bancos crean dinero secundario, que es redimible en dinero primario, usted tiene un sistema que nadie puede controlar».
En un sistema de banca libre, las instituciones que no preservan el valor de la moneda sencillamente colapsan... y su colapso no arruina a toda la economía. Bajo un Estado de Derecho que castiga el fraude y la falsificación, el riesgo de quiebra sin salvatajes es suficiente para garantizar un sistema más estable. Y en un sistema así sería más difícil para el Estado gastar tanto dinero como el que gasta el Estado norteamericano en la actualidad -un factor fundamental en la devaluación del dólar- porque no podría crearlo, sólo cobrar impuestos y endeudarse."
Completo aquí
2 comentarios:
Los bancos privados crean dinero hasta un cierto límite establecido por los bancos centrales. Si desaparecen éstos ¿qué frenaría a un banco privado a crear tanto dinero como le viniese en gana?
Lo que más me sorprende es que se vea con naturalidad que alguien cree dinero de la nada pero estaría de acuerdo en prohibir a un ciudadano de a pie que fotocopiara billetes y los utilizara como medio de pago.
¿Evitaría el patrón oro estos problemas? Quizás, pero creo que sería un freno a las necesidades de financiación actuales.
Chicos, miraos en videogoogle el vídeo subtitulado y traducido "Dinero es Deuda", resulta sumamente didáctico.
Y ya puesto miraos la tercera parte subtitulada de Zeitgeist, en la que también se habla de la Reserva Federal, la política monetaria, los banqueros internacionales, etc
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