ISTA, ISTA, ISTA...

España es socialista (y feminista, y buenista, y zapaterista, y guerracivilista, y no muy lista, y... tercermundista). Y fuera. Y sin dobleces. Ni onceemes ni gaitas. Ya no hay excusas ni causas oscuras. Que con la que ha caído salga a la calle el país a votar a Zapatero pone de manifiesto la ruindad moral de esa causa tan patrocinada llamada España -qué bien rima con guadaña-, que no es sino el reflejo de un pueblo en último término cabizbajo, brutal -que no valiente- y con afán servil.
Vivan la caenas. Viva Zapatero. Semos diferentes.
Es lo que hay y no hay que darle vueltas. Aznar fue un paréntesis en la historia democrática y aún así la gente se agarró a él cuando ya en los ministerios no cabían más asesinos/ladrones.
No hay salida ni esperanza, a no ser que se apellide Aguirre (creo que hoy tenía cita con el tapicero que le tiene que hacer no sé qué en la séptima de Génova desde hace un mes) y ni siquiera, pues que sólo será capaz de parchear torpemente la situación tal como lo está haciendo en Madrid -venga hospitales públicos, venga subvenciones transexuales, venga centros a mayores- eso sí, con toda la corte liberal españolaza poniéndole la chaqueta por cada charco que pasa.
Así vuelvan las pistolas a las calles y los fusilamientos goyescos. Tal es nuestro sino*.
Personalmente, asistiré al espectáculo desde la ventanilla del primer avión que salga de Barajas.

*Ya hay baticorrillos en lo que locos de atar andan extendiendo mapas...

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Sólo un apunte para ver una vez más las vueltas que los psocialistas ezpañoles dan a los ppsocialistas eshpañoles:
El discurso de súper Z no sólo se llevó a cabo ante un público con banderas españolas y con banderas del partido con los colores nacionales, sino que comenzó con el recuerdo no sólo del último asesinado por ETA, sino de "todas las víctimas" del terrorismo etarra. España y ETA, o sea, desde la mismita noche electoral, enmendando desde ya sus dos puntos flacos.
Lo de Rajoy, en cambio, aparte la chusma pesadísima y maleducada y casi peligrosa de abajo ("a por ellos, a por ellos" gritaban como locos), fue salir a no decir nada, a enseñar dientes al estilo Pantoja (¿qué es exactamente lo que le hacía gracia a Acebes?) y, para colmo, una hora después de que ya todo el mundo hubiese salido a dar la cara.