QUE NO, RAJOY, QUE NO

Le pasa a Mariano lo que a muchos toreros mediocres. Que pudieron llegar a mucho y un par de cogidas lo han condenado al olvido más atroz. Él, que tomó en las Ventas la alternativa de un Aznar triunfante y triunfoso, que ya se veía a sí mismo cruzando la Puerta Grande con orejas y rabos bajo el brazo resulta que no es capaz de asimilar una retirada honrosa. Ya digo que les pasa a muchos en el mundo taurino. Incluso los más grandes no han sabido dar el portazo con honor. Ahí tenemos a Curro lanzando el estoque desde la barrera y dando carreras sobre la arena. Ahí al maestro Chenel aflojándose el corbatín, al borde del infarto. Ahí Ortega Cano caricaturizando lo que un día fue. Y lo mismo con Mariano.
Mala suerte, amigo. No salió. Qué le vamos a hacer. La vida es dura y a otra cosa.
Pero no puede uno empeñarse en empresas imposibles. Menos aún si se sale con una cuadrilla más bochornosa aún, pues que ya Anson parece adelantarnos nombres como Juan supersociata Costa, Ana ayudemosalosdébiles Pastor, Soraya vivalaespañaigualitaria Sáez de Santamaría o Anita porqueyolovalgo Mato. Tócate los huevos con la renovación.
Que no hombre, que no. Que para sociatas de segunda, sociatas de primera. Que las copias para los que no pueden comprar otra cosa. Que o se presenta una alternativa liberal o se van a la mierda. Como se van a ir. Como se lo merecen.
Ellos mismos.

Y ya de los aplaudidores, lameculos, locos de atar, vivan las caenas, arribaespañas y telemadrides varios que por ahí andan rodando -y sacándole la lengua a Libertymad- poco menos que celebrando su victoria y riendo tipo Acebes desde el balcón casi que mejor ni hablar, que luego mamá me dice que no ponga palabrotas.
Que salga ya Stewie, carajo, y la revolución agorista.
Por lo menos, probaremos cosas nuevas.