viernes, abril 04, 2008

América: Una República, NO una Democracia

A todos -al menos a los que no nos pilló la ESO- nos enseñaron en Historia contemporánea en el colegio que Estados Unidos surgió como nación en 1776 y fue la
primera democracia moderna. No obstante, si aquellos que fraguaron susodicha nueva democracia bajo el Sol de Occidente hubieran redactado nuestros libros, habrían contado una historia muy distinta.

Los Fundadores de América eran bien conscientes de los males de la democracia pura e hicieron de los Estados Unidos una república limitada constitucional. La palabra "democracia" no aparece en la Declaración de Independencia de 1776 ni en la Constitución estadounidense de 1787. En cambio, el Artículo IV, Sección 4 de la Constitución garantiza "a cada Estado en esta Unión una forma Republicana de Gobierno".

Si recurrimos a lo escrito por los propios Padres Fundadores de Estados Unidos, no puede decirse que tuvieran a la democracia por un valor precisamente. James Madison, firmante de la Constitución y 4º presidente de EEUU, decía:

"Las democracias han sido siempre espectáculos de turbulencia y conflicto, se han demostrado incompatibles con la seguridad personal y los derechos de propiedad"

Famosa es la cita de Benjamin Franklin que reza:

"La democracia es dos lobos y un cordero votando qué van a comer. ¡La libertad es un cordero bien armado enfrentándose al voto!"

Alexander Hamilton (fotografía derecha), secretario del Tesoro bajo G. Washignton y autor de los Papeles
Federalistas, a pesar de representar la veta menos libertaria de la Revolución, asentía con sus contemporáneos cuando decía:

"Somos un gobierno republicano. La auténtica libertad nunca se encuentra en el despotismo ni en los extremos de la democracia... Algunos han observado que una pura democracia si fuera practicable sería el gobierno más perfecto. Pero la experiencia ha demostrado que ninguna posición es tan falsa como ésta. Las antiguas democracias en las cuales el pueblo deliberaba nunca poseyó un buen tipo de gobierno. Su característica solía ser la tiranía; su perfil, la deformidad"

Por supuesto, Thomas Jefferson, en muchos sentidos contrapunto de Hamilton, no podía sino pensar lo mismo sobre las pasiones democráticas por otros ensalzadas:

"Una democracia no es más que una regla, según la cual el 51 por ciento puede arrebatar los derechos al otro 49 por ciento"

El consenso republicano y antidemocrático inundó los documentos y los salones donde se articuló la Revolución. El propio Edmund Randolph, representante del estado de Virginia en la redacción de la Constitución, sentenciaba a propósito de la misma de un modo revelador:

"El objeto general de la Convención Constitucional era frenar los peligros que acechaban a Estados Unidos, en la búsqueda de los mismos, cada uno encontramos la turbulencia y las locuras de la democracia".

Muchos pensadores han intentado no sólo ocultar sino dinamitar esta herencia republicana y libertaria. Entre los políticos, una vez más nos topamos con el socialfascista demócrata Franklin Delano Roosevelt, quien concienzudamente eliminó de la introducción de la Constitución de EEUU la distinción que hasta entonces se encontraba entre la recta Ciudadanía de una República y la pervertida Ciudadanía de una Democracia. No por casualidad a la par que rescataba para mayor gloria la 'democracia', Roosevelt se apropió, deformándola, de la palabra 'liberal', hoy socialdemócrata en EEUU, a raíz de su discurso donde hablaba de 'liberarse del miedo, el hambre..' y demás falsas libertades positivas (que típicamente demandan una acción redistributiva y agresora del gobierno).

El historiador de comienzos del siglo XX Charles Austin Beard, reconoció precisamente lo que aquí hemos procurado demostrar:

"En ninguna época, en ningún lugar en una sola solemne asamblea o a través de algún representante, se proclamó al pueblo americano que los Estados Unidos tuvieran una democracia. La Constitución no contiene esta palabra ni ninguna que nos permita deducirla."

Cuando pensemos en los valores originales y auténticos de la nación americana, deberíamos preguntarnos como Benedict De LaRosa en su libro titulado "¿Democracia o República, qué es?".

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Y basta echar una ojeada en los blogs de red liberal para encontrarse con comentarios diciendo que la democracia es la dictadura de la mayoria... y que casualidad los que expresan eso siempre son amigos de las dictaduras progres a la Chavez.

Por lo demas, hay democracia (que es distinto de ser una democracia) cuando el sistema actua como correa de transmision entre el pueblo y el gobierno. Con el pueblo de motor y no a la inversa.

En Espan˜a esa correa de transmision es virtualemnte inexistente (es una partitiocracia) y, Estados Unidos es propablemente ntre los grandes paises, donde esa correa es la mas fuerte (Hint; El candidato a la Presidencia no les cae con un dedazo de arriba, ni siquiera en unas eleciones entre unos pocos miles de militantes y encima con mucho caciquismo).

Adolfo David dijo...

Los comunistas y antiliberales que critican la democracia la critican no por democrática sino en tanto liberal, constitucional y por tanto respetuosa, grosso modo, de libertades individuales.

Marzo dijo...

Caramba, Anónimo; y yo que creía que lo de Chávez es, según esos amigos suyos que tú dices, una experiencia democrática.

Anónimo dijo...

Impecable apreciación y estudio histórico, que lo hay. Es evidente que los EEUU nacieron como República de libertad, por desgracia, todo occidente ha caído en las garras de la falacia democrática. Es una pena que el partido republicano no conserve aquello que le hizo tomar ese nombre frente a los demócratas… Claro, tenemos a Ron Paul, pero, admitamos que es necesario un impulso que con una eventual victoria de McCain quedaría postergado más y más lustros.
Saludos y Libertad!